A pesar de que Jorge Mendes, por su trabajo junto a Cristiano Ronaldo, suele estar más asociado al Real Madrid, ha tenido más acercamientos con el FC Barcelona en los últimos meses. La prueba más reciente de ello ha sido el fichaje de Adama Traoré, que supone el tercer pacto entre el representante luso y la entidad catalana en el último semestre.
El primero de esta serie de movimientos fue el que llevó a Francisco Trincao al Wolverhampton. El atacante portugués se encuentra en condición de préstamo en el equipo inglés tras acordar una cesión que estará vigente hasta el final de la temporada 2021-22. Una vez finalizado este plazo, es posible que el Barça y Mendes deban conversar nuevamente.
Posteriormente, ambas partes acordaron la renovación de una de las mayores promesas del equipo azulgrana: Ansu Fati. En octubre del año pasado, el club anunció la prolongación del vínculo contractual del hispano-guineano hasta el verano de 2027. Además, el Barcelona le ‘ataría’ con una cláusula de rescisión cuyo importe asciende a los 1.000 millones de euros.
El último trámite ha llevado a Adama Traoré nuevamente al equipo azulgrana con el objetivo de reforzar el ataque, una petición expresa del entrenador Xavi Hernández, que ha sido atendida por parte de la directiva. Pese a contar ya con varios fichajes para esta zona del campo, Joan Laporta dejó claro tras la derrota en las semifinales de la Supercopa de España que era necesario sumar más atacantes.
Otras gestiones Barça-Mendes
Es posible que el regreso de Adama no sea la última negociación entre el club y Jorge Mendes, toda vez que el portugués también representa a otros efectivos de la plantilla, como Alejandro Balde e Iñaki Peña. Además, Mendes también representa a Grimaldo, cuyo nombre ha sonado en las últimas semanas como posible fichaje azulgrana.