2013 es el año en el que Beckham llegaba al PSG como uno de los grandes fichajes mediáticos del club, que ya avisaba sobre el proyecto millonario que quería llevar a cabo para instalarse en la élite del fútbol, esperando competir con el Real Madrid, Barcelona, Bayern, Liverpool y el resto de grandes en Europa.
Un año antes llegaba Ibrahimovic como punta de lanza en un vestuario que tomaba forma con Pastore, Beckham, David Luiz, Thiago Silva y algunos otros que de a poco, tomaron el control de la Ligue 1. Ya en aquel entonces, se temía de la posibilidad del jeque de pagar lo que sea por quien sea.
Cristiano Ronaldo y Messi estaban en plena lucha por el primer lugar del mundo en Real Madrid y Barcelona respectivamente, algo que llamaba la atención de todos los clubes del planeta y al mismo tiempo, incontables intentos de estos equipos para sacarles de España. Al Khelaifi fue preguntado sobre la posibilidad de contratarlos.
“Creo que es muy difícil ficharles, están muy felices en sus respetivos clubes y están haciendo las cosas muy bien”, fue lo que respondió justo en la previa de un duelo de Champions entre Barcelona y PSG, uno que se ha repetido en los últimos años con heridas muy marcadas para cada lado.
Cuatro años después de esto, el golpe llegó aunque no con Cristiano Ronaldo y tampoco con Messi, sino con Neymar, que abonó los 222 millones de euros que fijaban en su cláusula para ser presentado con la torre Eiffel de fondo, el Parque de Príncipes como nuevo hogar y el Balón de Oro como gran objetivo.
No fue suficiente y finalmente, fichó a Messi, pero a coste cero. La salida gratis del argentino puso en bandeja de plata su llegada a París para un proyecto galáctico como el que arman con Sergio Ramos, Achraf, Neymar, Keylor Navas, Marquinhos y Mbappé, que al parecer no saldrá, sin importar lo que él quiera.
¿Faltan más?
Por izquierda el PSG quiere potenciar más la plantilla y se puede sumar Theo Hernández, que no logró asentarse en Real Madrid ni Atlético, para finalmente explotar en el Milan y llamar la atención del equipo francés. En caso de conseguirlo, estaría blindado en cada uno de los espacios del campo y de hecho, con opciones de calidad en la banca.