Lágrimas, nervios y mucha emoción en la presentación de Endrick con el Real Madrid

El Real Madrid volvió a vivir una mañana para el recuerdo de su afición con la presentación de Endrick en el Santiago Bernabéu. Aunque con menos asistencia que la de Kylian Mbappé, el evento multitudinario acogió cerca de 50.000 aficionados merengues que se acercaron al feudo madridista para ver a la gran 'joya' brasileña vistiendo la camiseta blanca por pirmera vez. 

La hinchada vikinga se hizo sentir desde primera hora de la jornada, cuando el delantero acudió a la Clínica Sanitas de la Moraleja para llevar a cabo las tradicionales pruebas médicas. Desde el Paseo de la Castellana, los 'rugidos' de alegría de los seguidores merengues se sintieron en toda la capital en el momento en el que fue desvelado el dorsal '16' que portará el goleador la próxima temporada. Parece que es un claro 'guiño' a sus inicios en el Palmeiras, ya que allí también lo vistió.

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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) July 27, 2024

Sin embargo, el momento de mayor euforia del día se dio cuando el brasileño apareció por el túnel de vestuarios y caminó por la pasarela para llegar al escenario ubicado en el fondo norte del Bernabéu, donde le esperaba Florentino Pérez. Ovacionado por el público, y Pirri, presidente de honor del actual campeón de la Liga y la Champions League, el internacional 'canarinho' alucinó en sus primeros pasos en Chamartín.

Un discurso emocionante

Una vez en el estrado, Endrick no aguantó la emoción y 'rompió' a llorar en un emocionante discurso realizado en un español casi perfecto. "Buenas tardes a todos. Quiero agradecer a todos haber venido al Bernabéu. No esperaba todo esto, tanta gente... La afición es una locura. Estoy muy contento, porque desde niño siempre he sido fan del Real Madrid y hoy voy a jugar para el Real Madrid. Estoy aquí y estoy muy feliz... No tengo palabras para describir lo que siento, porque siempre quise estar aquí. Es un sueño y se ha hecho realidad. Y ahora, vamos todos a cantar una canción: 1, 2, 3... ¡Hala Madrid!", fueron las palabras del jugador.

Entre las lágrimas de su familia y las suyas propias, el delantero besó el escudo y se ganó el cariño de los presentes. Para finalizar, el futbolista hizo la tradicional vuelta de honor al estadio lanzando balones a los más de 50.000 aficionados que poblaron el estadio repartidos por toda la grada, metiéndose en el bolsillo de esta manera a todo el madridismo.