El mercado de fichajes se presenta como una oportunidad cada seis meses para solucionar las carencias de un equipo. El Barça ha presentado más de una durante esta primera mitad de temporada, y la falta de gol es la más notable. Erling Haaland es el delantero que más ha agarrado popularidad, en gran parte por su agente, Mino Raiola, quien se ha encargado de 'subastarle' en cada ocasión que puede, sin importar que tenga contrato vigente con el Borussia Dortmund.
Con esto sobre la mesa, la famosa 'cumbre' entre el 'superagente' y Joan Laporta ha reforzado los lazos, brindando la posibilidad de que un traspaso de tal magnitud termine aterrizando en verano en el Camp Nou. Con firmeza, Oriol Domènech, del canal 'Esport3', comentó en 'Onze' que el máximo dirigente de la institución ya habría asegurado a su círculo más cercano que el noruego acabará fichando por el Barça. Laporta se muestra confiado y cree en poder ofrecer una propuesta atractiva tanto económicamente como en lo deportivo.
El proyecto que Xavi Hernández tiene planeado apenas está tomando forma, pero el '9' y su representante saben que la entidad busca una estrella que se lleve todos los focos. Ronaldinho y Lionel Messi lo fueron en su momento, y ahora podría ser el turno del ariete, quien se cruzaría -probablemente- con Kylian Mbappé si llega al Real Madrid. Las cifras totales de la operación rondarían los 300 millones de euros, entre la cláusula, salario, duración de contrato y comisiones.
Ya el atacante se ha pronunciado y mencionó a cuatro equipos como potenciales destinos, incluyendo los dos clubes más importantes de España. Si el Barcelona quiere ser el principal candidato ante los ojos del nacido en Leeds, debe comenzar a hacer 'caja' y liberar parte de su gran masa salarial. Actualmente, el club catalán presenta los sueldos más elevados del mundo, y hace poco se filtró una información sobre los jugadores que más perciben dinero dentro de la plantilla.
Un equipo para Haaland
Si bien Xavi está intentando crear un estilo que recupere las bases de la organización, y la forma de juego que trajo años de gloria a la elástica culé, la llegada de Erling podría desarmar -en cierta forma- esos planes. El 'killer' necesitará, en principio, un equipo que juegue para él, así como jugó para Messi por varios años. Ya queda en la capacidad del entrenador ajustar los tiempos dentro del plantel, para que los compases dentro del campo estén alineados, y pueda surgir una química que vuelva colocar al Barça en la élite del balompié mundial.