Amadou Onana es uno de los nombres que figuran en la lista de futuribles del FC Barcelona. A pesar de que el Everton no vive su mejor momento en la Premier League y ha coqueteado con el descenso, el centrocampista se ha convertido en uno de los jugadores que más interés han generado a los 'grandes' de Europa. Varios clubes dentro y fuera de Inglaterra se han interesado en su situación, los culés entre ellos.
La dirección deportiva le ve como una de las alternativas para el pivote, pero el gran problema es que su precio es mucho más elevado de lo que podrían pagar. En Inglaterra revelaron hace algunos días que el Everton le había tasado en unos 60 millones de euros, cifra que el Barça no puede permitirse. Hasta ahora, se había descartado, prácticamente, su incorporación, pero puede que se abra una ventana: la del trueque.
Y es que, según una información del diario 'SPORT', el conjunto catalán tendría opciones de rebajar esos 60M€ que pide el conjunto inglés a través del intercambio de futbolistas. Los nombres de Sergiño Dest, Clément Lenglet, Ansu Fati o Fermín López interesan al conjunto inglés y no es un secreto para nadie que el Barça quiere resolver el futuro de los primeros tres, por lo que no dudarán en incluirlos en alguna operación, como esta, que pueda beneficiarles para reforzar su plantilla.
La 'desventaja' para el Barça
En cualquier caso, será una operación muy complicada. Si bien está abierta la puerta a un trueque, hay que tomar en cuenta que los culés no son los únicos interesados en la incorporación del jugador senegalés y que habrá una importante lista de equipos que se sumarán a la 'puja' en caso de que, definitivamente, el Everton decida venderle este verano.
Merece la pena recordar que hace algunos meses trascendía que el Chelsea había comenzado las conversaciones con el club del Goodison Park para hacerse con los servicios del jugador, pero hasta la fecha no hay nada concretado. Otros equipos como el Liverpool o Manchester City también habían sido vinculados. La competencia será muy grande y para un Barça que parte en una situación de desventaja, por el factor económico, será más complicado aún.