Paulo Dybala sigue a la espera de conocer su próximo equipo. El Inter, que lleva meses negociando con su entorno, tuvo que dar un frenazo a las negociaciones. Esta semana el consejero delegado nerazzurro Beppe Marotta declaró que “Dybala representaba una gran oportunidad”, aunque “la delantera está bien así”. Aunque la razón real es muy sencilla: sin vender, no puede fichar al argentino.
El inesperado regreso de Lukaku cambió los planes de los milaneses, que ahora deben desprenderse de uno (o, si es posible, dos) entre Correa, Alexis y Dzeko. A estas horas no parece haber certezas sobre que esas ventas lleguen a buen puerto. Salvo el argentino, que alternó con Lautaro en el centro del ataque, los otros dos futbolistas no tienen demasiado mercado por edad y nivel actual.
Mientras los nerazzurri piden tiempo, otros clubes están empezando a informarse sobre el delantero. Hubo llamadas del Milán, del Nápoles, del Manchester United, y del Arsenal. Se trata solo de sondeos, que pueden convertirse en negociaciones en las próximas semanas dependiendo de lo que ocurra en el mercado.
Ningún equipo además de los interistas ha llegado a sentarse con los agentes de la 'Joya' para presentarle una oferta oficial. Los milaneses le ofrecieron al argentino un sueldo que ronda los 6 millones netos, más variables, y lo volverán a hacer en cuanto liberen espacio en la plantilla y, sobre todo, su masa salarial.
Se ha enfriado
Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro del exjuventino continuará. Según informa 'Il Corriere della Sera', el acuerdo no se ha alcanzado por las pretensiones de Jorge Antún, su representante, en forma de comisiones. Mientras tanto, el Inter ya no tiene el mismo interés que antes tras la cesión de Lukaku.