El mercado de fichajes del verano 2019 llega cargado de noticias, y una de ellas revelará el futuro de Adrien Rabiot. El de Saint-Maurice desapareció de los planes del PSG en diciembre tras negarse a renovar, y pese a la insistencia de Thomas Tuchel en contar con sus servicios, la directiva le ha mantenido apartado hasta un ya cercano 30 de junio, cuando se marchará libre de contrato.
El destino del centrocampista a día de hoy sigue siendo una incógnita, pero empiezan a conocerse detalles de a dónde no irá. Al joven le habrían descartado varios pretendientes que hace apenas unos meses batallaban por su incorporación, que arrancó siendo una oportunidad de oro que acabó apagándose a medida que pasaba el tiempo porque se pusieron todas las cartas sobre la mesa.
Durante gran parte de la temporada, el FC Barcelona se colocó como favorito en la carrera por el francés, hasta que empezó a acumular motivos para alejarse de una operación más arriesgada de lo que parecía. Según afirma 'Paris United', había condicionantes de todo tipo, económicos, personales y, sobre todo, futbolísticos, que acabaron empujando a los catalanes a apostar por otro proyecto con más solidez y garantías de éxito.
Para empezar, la actitud y exigencias de su madre y representante complicaron el acuerdo, porque incluso con algunas cifras ya pactadas, Veronique seguía programando reuniones con otros aspirantes a fichar al crack. Para redondear este apartado, el galo era una 'ganga', pero su precio fue subiendo hasta situarse en 25 millones de euros, más 10 por temporada en concepto de salario. El desglose recoge 10 'kilos' para el PSG por los derechos de formación, 15 de prima al futbolista y un sueldo de auténtica estrella.
En lo deportivo también emergían las dudas sobre Rabiot, cuyo carácter y y cualidades no generaban consenso. En la Ciudad Condal se valoraba su polivalencia, personalidad y una calidad a tener en cuenta para un jugador de apenas 24 años, pero no gustaban sus enfrentamientos con sus entrenadores porque no quiere jugar de pivote y la incertidumbre sobre unas virtudes que no acaban de explotar en una posición determinada.
Frenkie de Jong le puso la puntilla a Adrien Rabiot
En medio de todo este debate tuvo lugar otro hecho clave que fue definitivo, y es que Frenkie de Jong se puso a tiro. El neerlandés no escondió que quería jugar en el Barça, y pese a las complicaciones de su caso, se 'mojó' y tiró adelante cuando llegó la hora de la verdad. Fue entonces cuando todas las dudas se transformaron en certezas, que indicaron que Rabiot era una causa perdida y una apuesta innecesaria.