Quien fuera seleccionador de Italia, Cesare Prandelli, estaría a un paso de firmar como nuevo entrenador de la Lazio y habría dado ya el visto bueno a la incorporación de Adriano Correia, quien apenas ha tenido protagonismo esta temporada con el FC Barcelona y podría cambiar de aires para seguir jugando en la élite durante sus últimos años de carrera futbolística.
Adriano ha participado en 19 partidos esta campaña con Luis Enrique, y la Lazio le ofrecería un nuevo contrato por valor de cuatro temporadas a razón de 2 millones de euros como sueldo por cada una de ellas, con la posibilidad de tener muchos más minutos de los que ha tenido en el Barça durante los últimos años.
El propio lateral brasileño, sus representantes y sus abogados se habrían reunido hace unos días en Barcelona con el director deportivo de la Lazio, Igli Tare, y su secretario general, Armando Calveri, con el objetivo de ultimar los detalles del traspaso antes de negociar con el FC Barcelona, que no se prevé que ponga demasiadas trabas a la salida del experimentado futbolista.
A sus 31 años, el lateral brasileño renovó hace escasamente unos meses el contrato que le vinculaba al Barça, pero habría sido una estrategia para no marcharse con la carta de libertad y dejar algo de dinero en el club este próximo verano, aunque sean unos pocos millones de euros.
En este sentido, la Lazio estaría dispuesta a pagar un pequeño precio de traspaso al Barça -no se revela la cantidad, aunque probablemente menos de 5 "kilos"- para llevarse a Adriano Correia. Al jugador brasileño le satisfaría dicha opción, dado que siempre ha deseado acabar su carrera militando en un club de buen nivel, y pese a que la Lazio ha pasado por momentos mejores a lo largo de su historia, es un equipo de la zona media-alta de la clasificación en la Serie A, una de las competiciones más competitivas de Europa.
El futbolista, además, no sería una baja importante para el club en caso de marcharse. Tanto él como otros jugadores, como Thomas Vermaelen, Jordi Masip y Douglas Pereira, tendrían colgados el cartel de transferibles. Faltará ver si Marc Bartra acaba haciendo también las maletas.