Tal y como sucedió en su momento con Vinicius Jr. y Rodrygo, Floretino Pérez está muy cerca de 'robarle' un fichaje al FC Barcelona si el Real Madrid, finalmente, completa el traspaso de Arda Güler. En las últimas horas, la oferta 'merengue' parece haber convencido al Fenerbahce y al jugador, si bien el mediocentro sigue teniendo la última palabra. La chequera blanca y la crisis financiera culé pueden hacer la diferencia.

Y es que, para Arda, la prioridad pasa por jugar en España. En ese sentido, Barça o Madrid deben garantizarle un futuro, pero tanto su club como su agente tienen claro que, en lo económico, la 'Casa Blanca' puede aportar más en este momento. Y, para Florentino, más allá de lo deportivo, cada puja con el Barça representa una oportunidad para dar un golpe sobre la mesa en lo que a prestigio se refiere. Desde el fichaje de Neymar (2013), a Pérez no se le ha escapado ningún 'crack' en manos culés.

Si el Barça seduce, el Madrid paga

En los casos de Vini Jr. y Rodrygo, el Barça tenía buenas opciones de cerrar sus fichajes. Deportivamente, el proyecto culé era más atractivo para los brasileños, pero el Madrid no tuvo reparo en poner más dinero sobre la mesa para asegurar los traspasos. Florentino suele trabajar a tres bandas (club, agente, jugador), garantizando montos que dejen felices a todas las partes. Después, la suerte dirá cómo acaban los jugadores.

En el caso de Arda, la fórmula madridista ha sido la misma. El Barça envió a Deco a Estambul para convencer al jugador, pero el Madrid, consciente de los problemas financieros de su rival, movió rápido su chequera. En su momento pagaron 45 'kilos' por Vinicius y otros 45M€ por Rodrygo cuando ambos ni siquiera cumplían 18 años. Lo propio sucedió con Endrick el año pasado. Ahí fueron 60M€ los necesarios para convencer al Palmeiras. 

Un Clásico desigual en el mercado

De este modo, el Barça se ha acostumbrado a perder 'cracks' en el mercado con un Madrid implacable en lo financiero. El lastre de la gestión Bartomeu sigue marcando diferencias y, cuando ambos clubes compiten mano a mano, se nota la diferencia. Al Barça le queda su fútbol, su prestigio y la promesa de éxito deportivo con Xavi Hernández al mando. En Chamartín, como siempre, reinan la incertidumbre, la polémica y el deseo por sumar nuevas estrellas. Contra los clubes estado, la historia es diferente, pero, en cuanto a Clásicos, la chequera de Florentino aún pesa.