El legendario centrocampista del Manchester United, Paul Scholes, ha explicado cómo de distinta podría haber sido la carrera de Ronaldinho Gaúcho, quien tras abandonar el Paris Saint-Germain estuvo a punto de irse a Old Trafford en vez de al Camp Nou, en 2003. En un podcast presentado por Robbie Savage, Scholes relata que al parecer Sir Alex Ferguson ya tenía casi atado a 'Ronnie' aquel verano.
"No recuerdo qué año era, pero pensé que el míster ya lo tenía. Estábamos de pretemporada y estábamos a punto de anunciarlo y de darle dorsal, pero cambió de idea en el último minuto y fichó por el Barcelona", recuerda Scholes, que unos días después tuvo que jugar con el Manchester United un partido amistoso de pretemporada en Seattle, precisamente ante el Barça de Ronaldinho.
"Teníamos muchas ganas. Ronaldinho... ¡Qué jugador! Pensábamos que nos traería algo especial al equipo, parecido a lo que supuso Cantona en su día. Y tres días después nos tocó jugar contra él en Seattle, así que todo el mundo intentó darle patadas. Intentamos ir a por él por no venirse con nosotros", rememora entre risas el mítico miembro de los 'red devils' y de la selección inglesa.
Lo que pasó después, ya es historia del fútbol bien sabida por todos. A raíz de su llegada en 2003, Ronaldinho terminó de eclosionar y exhibió su mejor juego durante un lustro en el FC Barcelona, hasta el verano de 2008, en el que hizo las maletas justo cuando Pep Guardiola tomaba las riendas del primer equipo. 'Ronnie' fichó por el AC Milan aquella campaña 2007-08, tras haber logrado el Balón de Oro en 2005 vestido de azulgrana.
Nunca fue el mismo tras dejar el Barça
Ronaldinho dejó grandes goles, regates y detalles de calidad en el conjunto 'rossonero', aunque a años luz de lo demostrado en el FC Barcelona. Tras unos años en Italia, regresó a Brasil para jugar en el Atlético Mineiro y dio comienzo a un periplo por Sudamérica, pasando por distintos clubes hasta su retirada oficial del fútbol hace unos pocos años.
Recientemente ha vivido una de las etapas más convulsas, al haber permanecido en una prisión paraguaya de máxima seguridad durante varias semanas por entrar al país con pasaporte falso, junto a su hermano Roberto de Assís. Desde hace unos días ha conseguido pasar la pena preventiva en un hotel de lujo, en el que sigue confinado a día de hoy, a la espera de que se resuelva el juicio pendiente.