A estas alturas de la película, todos los aficionados culés son sobradamente conocedores del mal papel de la entidad blaugrana en el pasado mercado de traspasos estival. Memphis Depay, uno de los fichajes frustrados, habló ayer, por primera vez, de su posible salida, tras confirmar su permanencia en el Olympique de Lyon, con el que tiene contrato hasta el próximo verano.
El delantero holandés fue el encargado de anotar el primer tanto en la goleada del conjunto lionés al AS Mónaco, por 4-1, en el Parc Olympique Lyonnais. Tras el encuentro, como uno de los protagonistas del mismo, fue el responsable de atender a los medios de comunicación, en la zona mixta. Allí fue donde aclaró que en todo momento ha mantenido la concentración.
"Siempre he estado centrado en Lyon incluso durante el ventana de transferencia de verano. Me quedé y estoy feliz. Cuando juego siempre quiero dar lo mejor de mí, aportar el máximo a mi equipo", comentó el neerlandés dando a entender que sí era consciente del interés del equipo barcelonista, pero eso no alteró su compromiso ni su profesionalidad.
El FC Barcelona sigue pensando en el delantero del Olympique de Lyon para reforzar su ataque, en la próxima ventana de fichajes, en invierno. De hecho, Ronald Koeman, técnico culé, explicó que "es ciertamente una posibilidad, sí. Lo intentaré, porque me gusta tenerlo allí. Pero no puedo estimar ahora cuál es la situación financiera del club en enero. Habrá que esperar a verlo".
Una celebración muy especial
Dejando de lado las declaraciones postpartido y volviendo al gol que anotó Memphis Depay, hay que hacer especial referencia a la celebración del tanto. Tras mandar el balón al fondo de las mallas, el futbolista quiso dedicarle la diana a su compatriota y compañero de selección, Virgil van Dijk. El central del Liverpool se lesionó de los ligamentos cruzados y se perderá el resto de temporada.