El FC Barcelona tiene en Clément Lenglet una de las carpetas pendientes de resolución más complejas del mercado estival. Por tercer verano consecutivo, el de Beauvais tendrá que reportarse a la pretemporada azulgrana la próxima semana sabiendo que no tiene sitio en la plantilla y con buenas alternativas en cuanto a clubes interesados en su fichaje. Sin embargo, un factor clave pone tierra de por medio a la posibilidad de resolver su traspaso cuanto antes.
Y es que, después de renovar hasta 2026 y diferir parte de su salario, el defensor francés facturará en la 2024/25 un sueldo bruto de 16 millones de euros. La temporada pasada, el Barça se hizo cargo de, aproximadamente, 7 'kilos' para negociar su cesión al Aston Villa, un equipo donde acabó disputando 25 partidos (2.071 minutos) en los que sumó una asistencia. Sin embargo, su elevada ficha hizo que los de Unai Emery descartasen adquirirle en propiedad este verano.
Lo propio había sucedido con el Tottenham, un club que, si bien quedó satisfecho con el rendimiento de Lenglet en la 22/23, nunca estuvo dispuesto a hacerse cargo de los emolumentos del zaguero en totalidad. Para el Barça, su salida es prioritaria para liberar 'Fair Play' y comenzar a inscribir al resto de futbolistas de la plantilla, pero la negativa del futbolista a bajar su ficha pone en jaque a los intereses culés.
La Serie A, un destino muy atractivo para Lenglet
Más allá del obstáculo que representa el salario de Clément, eso no evita que varios clubes sigan interesándose en él. En Italia, el Bolonia es, de momento, quien más atento sigue a su situación, aunque Nápoles y Roma tampoco le han descartado del todo. En ese sentido, el Barça intentará convencerle de bajar un poco sus emolumentos para finiquitar un posible traspaso definitivo o, cuando menos, una nueva cesión que implique un gasto menor para los culés.
De lo contrario, será muy difícil encontrarle club a un zaguero que, a diferencia de muchos, insiste en descartar los millones del fútbol árabe y seguir compitiendo en el fútbol europeo a sus 29 años. Otros aprovecharían, sin dudarlo, el poder firmar un contrato millonario para amortizar su retiro, pero Lenglet está convencido en que aún tiene mucho por demostrar en la élite.