Neymar y el PSG necesitan encontrar una salida en 2020

Neymar fue uno de los grandes nombres del verano de este 2019. El delantero brasileño, arrepentido totalmente de haber abandonado el FC Barcelona en 2017 para fichar por el Paris Saint-Germain, puso en marcha la maquinaria para tratar de marcharse del club francés, en el que nunca se sintió a gusto ni deportivamente, ni a nivel personal.

Esta experiencia tan negativa del crack de la 'canarinha' se divide en tres premisas fundamentales. Las dos primeras tienen que ver con lo deportivo y son, en primer lugar, sus continuas lesiones que no le han dejado tener continuidad y, la segunda, que se ha encontrado en un campeonato sin competitividad ni visibilidad para el reconocimiento internacional con premios como el Balón de Oro.

El tercer motivo tiene nombre y apellido: Kylian Mbappé. El joven delantero francés, que llegó el mismo verano que Neymar, se ha convertido en el 'niño mimado' del club, tanto por la proyección de futuro a sus 21 años, como por su rendimiento (muy por encima del del brasileño) y el hecho de convertirse en héroe nacional de Francia en el último Mundial.

El ariete galo ha adelantado al brasileño y se ha convertido en el buque insignia del campeón de la Ligue 1 y no solamente a nivel deportivo, sino también en actos promocionales o en referencias dentro del Parque de los Príncipes, con imágenes en las que Mbappé deja a Neymar en segundo plano. Desde el club, se ha dejado claro quién es el favorito.

Unos meses después del culebrón de Neymar para buscar su salida, el brasileño sigue con las mismas ganas locas de salir del pozo en el que se metió cuando firmó por el Paris Saint-Germain. Además, desde el club galo consideran que no ha cumplido sus expectativas y, dada su actitud, ya no le consideran la estrella que era cuando llegó.

El Barça, atento

Hace unos meses, el Paris Saint-Germain se negó rotundamente a negociar por Neymar a un precio razonable (sus pretensiones no bajaban de los 300 millones de euros), pero todo puede cambiar en 2020. El brasileño puede recurrir a la FIFA, que emplearía la normativa para establecer un precio de salida que rondaría los 180 millones de euros. En unos meses, se retomará el culebrón con el FC Barcelona.