Marquinhos no aceptará ninguna oferta de renovación proveniente del Paris Saint-Germain. Eso era lo que se informaba en los medios en los últimos meses y eso es, en parte, lo que ha vuelto a dejar claro el propio futbolista en unas declaraciones para "Journal du Dimanche". También fue lo que su agente y su padre le dijeron al director deportivo del equipo galo hace poco más de un mes.
"Es algo que no depende de mí, ya veremos qué sucede... Yo me siento como parte del proyecto, pero hay que ver si el entrenador y el presidente quieren que me quede. No tengo prisa. Tengo contrato hasta 2019", afirmó el defensor.
¿Es este un pulso del zaguero al equipo para que lo vendan ya? Muchos saben que desde hace dos veranos su sueño es poner rumbo a la capital de Catalunya. Sin embargo, esto todavía no es suficiente para que el FC Barcelona se lance con todo y de forma oficial a por su fichaje.
Para que esto ocurra, estos deben comunicarle a Patrick Kluivert su intención de abandonar París en el próximo mercado de fichajes de verano. Una oportunidad que no se antoja del todo fácil dado que todavía cuenta con un contrato que le liga a la entidad francesa hasta el próximo 30 de junio de 2019. Eso podría significar otro culebrón veraniego entre ambos que la dirección deportiva culé podría no estar dispuesta a aceptar.
Finalmente, el jugador quiso defender su honor y su implicación dentro de su actual equipo. "Soy un jugador del PSG, me siento un parisien. Me encanta la ciudad y sé lo que el club ha hecho por mí", comentó.
El Barça, tras Marquinhos desde hace años
Hace tiempo que los blaugranas sueñan con su llega e incluso el propio jugador fantasea con enfundarse la camiseta del mejor equipo del mundo. Además, el poder estar en el mismo equipo que su amigo Neymar es otra cosa a favor que tienen los culés. El pasado verano, según varios medios, el mismo Barça le hizo llegar una oferta de 50 "kilos" al PSG que acabaron por rechazar.
Una cifra que no aumentará aunque quizás ahora sea considerada dado que el jugador no tiene pensado renovar su contrato. Lo que está claro para Robert Fernández y la directiva es que quieren dejar atado todo contando con el próximo entrenador del club. Será este el que decida si esperar, por enésima vez, al defensa carioca o apostar por otro de los centrales jóvenes que el Barça tiene en su agenda desde hace tiempo.