Una de las opciones que tenía el FC Barcelona para cubrir una posible salida de Ousmane Dembélé se esfumó. Kingsley Coman, el extremo del Bayern Múnich, acaba de ampliar su contrato hasta junio de 2027. Con esto ya convertido en una realidad, el francés termina con todos los rumores que le vinculaban con varios clubes de Europa, y se mantendrá unido al conjunto alemán hasta sus 31 años.

El atacante llegó al Allianz Arena desde la Juventus en condición de cedido en 2015, cuando tenía apenas 19. El conjunto germano vio potencial en él y ejerció la opción de compra por 21 millones de euros. Desde entonces, el parisino ha visto puerta en 46 ocasiones y repartido 52 asistencias, en los ya más de 216 partidos que suma con la indumentaria alemana. Ahora, podrá continuar con los mejores años de su carrera en el equipo que le abrió sus puertas.

Una vez se hizo oficial la renovación, sus palabras no se hicieron esperar. "Estoy muy contento porque el Bayern es uno de los mejores clubes del mundo. Llevo en el club desde 2015 y es como una gran familia. Todo es perfecto", declaró el ex de la 'Vecchia Signora'. Además, también se fijó una meta clara. "Mi mayor objetivo es volver a ganar la Liga de Campeones, y esta vez, por favor, junto a nuestros aficionados", concluyó el delantero.

Con esto, uno de los posibles refuerzos del Barcelona se ha caído. La 'novela' entre Dembélé y la directiva blaugrana no ha cesado, y ambas partes se encuentran muy distantes de conseguir un acuerdo. Por el momento, los de Joan Laporta se mantienen atentos a las variantes que presenta el mercado de traspasos, ya que ven complicado que 'El Mosquito' termine renovando.

El 'culebrón' 

El entorno de Ousmane ha influenciado en gran medida su capacidad de decisión. Todo parecía estar resuelto y un acuerdo parecía inminente, pero un cambio de último minuto ha cancelado las conversaciones entre ambas partes. La llegada de Ferran Torres pudo ser uno de los detonantes, ya que el club abonó 55 millones de euros por el valenciano cuando mantenía el discurso de estar 'quebrado'. Ahora, las pretensiones económicas del galo han aumentado y las distancias son aún más remotas.