En medio de un mercado invernal con varios movimientos importantes, a la par de costosos, el Chelsea se ha hecho con los servicios de Malo Gusto como refuerzo para el proyecto deportivo encabezado por Graham Potter. Los londinenses han alcanzado un acuerdo con el Olympique de Lyon, donde continuará jugando en condición de cedido hasta que finalice la temporada 2022/23, cuando finalmente llegará a Stamford Bridge.
La operación se ha cerrado con el desembolso de 30 millones de euros por parte del equipo inglés, que desplaza a sus competidores en el mercado de fichajes, entre los que figuraba un FC Barcelona necesitado por los servicios de un lateral derecho ante la posibilidad de que el francés quedase en libertad al término del curso. Con esta operación, se cae una posibilidad para el equipo azulgrana de sumar un carrilero diestro.
Otro de los rivales que se han caído de la puja con este nuevo golpe sobre la mesa por parte de los londinenses ha sido el Real Madrid; no obstante, a pesar de las carencias de los blancos en defensa, el galo no era una de sus prioridades de mercado de cara al futuro, donde los nombres más importantes están relacionados con el centro del campo y el ataque, pensando en los fichajes de Jude Bellingham y Erling Haaland, respectivamente.
Asimismo, el Bayern de Múnich también ha visto cómo esta posibilidad ha terminado por esfumarse. Los alemanes veían en él a un recambio idóneo para Benjamin Pavard, quien estaría por la labor de abandonar la Bundesliga en busca de nuevos desafíos. Con esta operación, los gastos de los 'blues' en materia de fichajes a lo largo de este curso asciende a los 450 millones de euros, sin que esto suponga problemas de 'fair play financiero'.
Giro radical con Malo Gusto
En total, Malo Gusto ha visto acción a lo largo de 21 partidos en lo que va de temporada, gozando de regularidad y protagonismo en el Lyon, por lo que no tenía en sus planes un cambio de aires en el futuro inmediato. Ahora, ha optado por dar un salto importante en su carrera y estará disputando una de las Ligas más competitivas del mundo de la mano de Graham Potter, que quiere llevar al Chelsea nuevamente a lo más alto.