Gonçalo Ramos ya es jugador del Paris Saint-Germain. El conjunto galo cerró su fichaje este lunes como cedido con opción de compra obligatoria en 2024 por 80 millones de euros (65 fijos +15 en variables), siendo esta la fórmula ideal para que el club no tuviese problemas con el 'Fair Play' financiero. Con la compra del '9', el PSG envía otro claro mensaje a un Kylian Mbappé que sigue apartado del equipo y comenzará la temporada sin jugar.
Y es que, con la llegada de Ramos, el conjunto parisino suma a uno de los mejores delanteros de la temporada pasada en Europa. El de Olhão cerró la 2022/23 con 27 goles y 12 asistencias en 47 partidos oficiales con el Benfica y apunta a cargar con el peso ofensivo de los de Luis Enrique ante la inminente salida de su capitán. Otro que puede marcharse en breve del Parque de los Príncipes es Neymar, siempre y cuando el brasileño logre convencer al FC Barcelona de ficharle.
Un refuerzo 'top' para una delantera incierta
Para el PSG, la llegada de Gonçalo Ramos supone un gran refuerzo para una plantilla en plena reconstrucción. El club cerró los fichajes de Marco Asensio y Kang-In Lee y, ahora, apunta a sumar a Randal Kolo Muani y otro extremo para reconfigurar un ataque que, tras la salida de Leo Messi, puede perder también a Neymar y Mbappé. La 'revolución' en el XI parisino augura otros movimientos de última hora en el mercado estival, siendo el 'caso Kylian' el más complicado.
A diferencia de Ney, el '7' sigue apartado del equipo y el lunes se entrenó junto a los 'descartes'. La directiva se mantiene firme en su intención de obligarle a renovar, mientras el galo hace lo propio apegándose al año de contrato fijo que le queda por cumplir. En caso de venderle, lo mínimo que piensa aceptar el Paris son 250 millones de euros, una cifra que solo el Al-Hilal saudí está disuesto a pagar.