El fichaje de Oriol Romeu es una realidad y ya se ha estrenado en el primer entrenamiento del FC Barcelona previo a la gira de pretemporada por los Estados Unidos. El centrocampista conoce a varios miembros del plantel y entiende que será una pieza importante en el sistema de juego de Xavi Hernández como relevo directo de Sergio Busquets.
A sus 31 años, llega después de una gran campaña en el Girona donde fue imprescindible para Mïchel y solo se perdió dos compromisos de Liga, uno de ellos por suspensión. De hecho, el cuerpo técnico azulgrana cree que no habrá problemas con su adaptación debido a su paso por las categorías inferiores del club, donde se formó entre 2004 y 2011.
Su juego gusta mucho a Xavi
Sus características pueden llegar a sorprender durante la temporada, ya que cuenta con varios atributos que convencieron al entrenador de ficharle. El primero de ellos es su gran visión de juego, precisión y velocidad al primer toque, algo fundamental en las transiciones de balón entre la zaga y los delanteros. Sumado a ello, tiene experiencia en la élite del balompié europeo tras nueve años en la Premier, lo que permitiría a los más jóvenes foguearse con su sabiduría.
Otro aspecto que llama mucho la atención es su inteligencia para generar espacios a sus compañeros con y sin balón. Sus movimientos abren el campo y los futbolistas más rápidos de la plantilla, como Ousmane Dembélé, Raphinha, 'Ez' Abde o Alejandro Balde, podrían verse beneficiados.
Oriol deberá ganarse la titularidad
Si bien su incorporación es para relevar directamente a 'Busi', lo cierto es que deberá afianzarse con el sistema de juego en EE.UU y después en LaLiga. Hoy en día tanto Frenkie de Jong como Ilkay Gündogan apuntan a titulares indiscutibles y será el canterano quien deberá dar un salto de calidad para ganarse la confianza de Xavi.
En los despachos confían en que Romeu será la sorpresa de la temporada y emulará las grandes sensaciones que dejó Paulinho en 2017, cuando aterrizó procedente de China y concretó una gran actuación le llevó a revalorizarse y salir por 42 millones de euros. Habrá que ver qué ocurre en la pretemporada pero todo apunta a que será importante para los objetivos del Barcelona.