El Barcelona lleva una temporada increíble, aunque no por cosas positivas, sino por lo surrealista que se ha dado todo, desde la moción de censura a Bartomeu a media campaña anterior hasta el adiós de Messi, sin dejar fuera que ahora fichan pese a los problemas salariales y económicos. Ferran, el gran fichaje hasta ahora, es el protagonista del nuevo episodio.
Más de 50 millones en la operación con el Manchester City será el monto que tendrá que cancelar el club por la llegada de Ferran Torres, un español con mucha proyección y un talento importante, aunque por ahora solo se sabe que es positivo por covid, podría jugar para la Supercopa española y además, pudo ser devuelto a Inglaterra.
Tal como se reveló en el programa Que T'Hi Jugues, el Barcelona estuvo negociando la posibilidad de devolver al jugador en caso de que su inscripción no fuese posible, algo que suena tan imposible como “normal” dentro de una temporada para el olvido en el club. Un día se muestra un equipo potente, al siguiente pasan estas cosas.
El Manchester City no habría aceptado y esa negociación fue uno de los motivos que retrasó de forma significativa la presentación de Ferran, que además, habría perdido casi toda posibilidad de jugar en la Supercopa por su positivo al Covid, más allá de su lesión, de la que se conoce solo un comunicado culé.
El Barcelona sigue su camino en la reconstrucción del equipo y muchos jugadores tienen la posibilidad de salir, aunque no la disposición, algo que sigue complicando todo, tal como pasó con Dembélé, que parecía atado y de un momento a otro dio marcha atrás a su renovación con reducción salarial.
Ni plantilla, ni equipo
En el vestuario parecen ser pocos los jugadores que están por la labor del titánico trabajo que se debe hacer para el reflote del Barcelona, entendible para muchos que llegaron hace poco o que no se han compenetrado, pero la posibilidad de que el cambio de parecer de Dembélé haya llegado por su molestia ante la llegada de Ferran, dejan mucho que desear en un grupo que parece no tener fuerza para competir, ni para convertirse en equipo. El tiempo dirá.