El nombre de Martín Zubimendi ha estado constantemente vinculado con el FC Barcelona, puesto desde que 'despuntó' en la Real Sociedad ha demostrado ser el pivote más parecido a Sergio Busquets que hay en España. Su gran calidad le han llevado a ser uno de los jugadores más apreciados en Can Barça y la dirección deportiva mantiene su interés sobre él de cara a la temporada 2024/2025, aunque son conscientes de que es un movimiento complicado.
Y es que entran en juego dos factores: la postura del club del Reale Arena y la del propio jugador, además de lo que representaría su traspaso a nivel económico. La Real Sociedad le ha declarado como uno de sus jugadores intocables y una de las piezas más importantes en el planteamiento de Imanol Alguacil. Su solvencia la hora de recuperar balones, ganar duelos o dar comienzo a la salida del balón de los vascos, le convierten en una pieza indiscutible.
Zubimendi, cómodo en la Real Sociedad
Es por ello que desde San Sebastian no se plantean su salida a corto ni mediano plazo y de allí que hayan extendido su contrato hasta el 30 de junio de 2027, con una cláusula de rescisión que asciende a los 60 millones de euros y que ya han querido pagar equipos como el Arsenal o el Bayern de Múnich. Aquí entra en juego la postura del centrocampista de 24 años, quien, como recuerdan desde 'SPORT', en todo momento ha dejado claro que está muy tranquilo en la Real Sociedad y no se plantea su salida. Ya rechazó los movimientos a Londres o Múnich.
El jugador ya está acostumbrado a los rumores sobre su futuro. Los lleva 'sufriendo' desde que estaba en conversaciones para renovar el acuerdo con la Real y siempre ha mostrado una postura firme, sin espacio a las interpretaciones erróneas. Es consciente de que es uno de los líderes del proyecto y que está sumando oportunidades importantes. A corto plazo no ve viable un movimiento, pero no hay nada escrito y en 2024, dependiendo de los resultados acumulados en esta campaña, cualquier cosa podría pasar.
El factor económico sí entrará en jugo por Zubimendi
Por último, entra a colación el tema económico. Como mencionábamos antes, su cláusula de salida se eleva hasta los 60 'kilos' y, aunque equipos como el Arsenal o el Bayern ya han dejado claro que los pueden pagar, para el Barça sí es un monto muy elevado y complicado de asumir. A eso, habría que añadirle la oferta salarial que, en otros clubes, sería mucho más elevada. En los despachos de la Ciutat Esportiva Joan Gamper son conscientes de que, probablemente, la única forma de convencerle es con un proyecto deportivo altamente competitivo. Y con protagonismo asegurado.