Aunque el PSG no levanta muchas simpatías entre los grandes conjuntos de Europa, sus batallas son especialmente sonadas con el FC Barcelona, con el que ha entablado una guerra que empezó sobre el césped y se ha trasladado a los despachos. Pese al último intento de los catalanes de negociar cuestiones de interés mutuo y dejar a un lado las diferencias, los franceses siguen tensando la cuerda, algo que podría agravarse con la llegada del verano 2019.
El problema es que la lista de fichajes de los 'bleus' coincide con la planificación azulgrana, en particular en lo relativo a refuerzos para el centro del campo. En el Camp Nou se ha empezado un proceso de renovación del vestuario que pasa por alargar los contratos de algunos de sus veteranos y empezar a apostar por jóvenes promesas, una estrategia que los galos podrían torpedear.
El primer objetivo es uno que ya tantearon, un Ivan Rakitic al que tentaron hace unas semanas y eligió permanecer en la Ciudad Condal. El croata insiste en que, tenga o no margen el club para mejorar sus condiciones contractuales, prefirió quedarse por un tema de felicidad, familia y ambiciones, por lo que sigue tranquilo y sin dar lugar a preocupaciones.
La cuestión es que en Francia afirman que el subcampeón del mundo sí aceptó la oferta de los parisinos, y fue la cláusula de rescisión impuesta por el Barça lo que frenó su marcha. Tras negarse a aceptar menos de los 125 millones de euros que están estipulados en su vinculación con la entidad catalana, podría haber segundo intento en un futuro próximo.
Además, se mantienen los rumores sobre Frenkie de Jong, al que el PSG ya empieza a 'tocar' pese a que si deja el Ajax, sólo piensa en azulgrana. Le falta tiempo al de Arkel para ensalzar a Leo Messi y al equipo barcelonista, pero no sólo es él quien decide y en Amsterdam advierten que si pierden a una pieza importante en sus esquemas, deberá pagarse como tal.
Aunque su llegada podría no correr peligro, la intromisión significaría que continuaría subiendo de precio, en una puja cuyo precio de salida ya estaría marcado en 50 millones de euros. Hay confianza en que el neerlandés está destinado a hacer cosas muy grandes, pero por un jugador de 21 años es peligroso salirse de los márgenes que dicta la lógica.
El PSG tiene alternativas por si fallan sus apuestas
Más allá de responder a un Barça que podría golpear 'robándole' a Adrien Rabiot, el PSG tiene alternativas, aunque primero deberá resolver sus problemas con la UEFA. El fantasma del 'Fair Play Financiero' no se acaba de alejar, y en esta ventana estival ha mantenido un perfil bajo que no le permitiría afrontar algunas de sus compras favoritas. Christian Eriksen, Sergej Milinkovic-Savic, N'Golo Kanté y Stanislav Lobotka han sonado como refuerzos, pero excepto el del Celta, todos los cracks cuestan más de 100 'kilos'.