Después de cerrar el verano con un portazo del Liverpool, Philippe Coutinho podría ver como su salida en dirección al FC Barcelona no ha quedado del todo sellada. Durante las últimas semanas se ha afirmado que el interés azulgrana no se ha apagado, y que aunque es difícil que se produzca otra ofensiva en invierno, esta sí podría llegar en verano.
Ha costado algunas semanas poder ver al jugador de nuevo con la elástica de los 'reds', pero en cuanto se la ha puesto se han despejado las dudas. A estas alturas su calidad está más que confirmada, y su rendimiento ha sido de las pocas conclusiones positivas en Anfield, donde el proyecto de Champions se ha atascado nada más empezar.
Uno de los motivos que ha mantenido el deseo del Barça es la férrea voluntad del brasileño, que dejó claro dentro y fuera de los terrenos de juego cuáles eran sus deseos y cuan amargas fueron sus sensaciones después de su frustrado aterrizaje en el Camp Nou. Un compromiso de este tipo es difícil de encontrar en estos días, y eso en el club se valora.
Solución para Valverde
Este no es más que uno de los motivos de un seguimiento que acabó con una confirmación absoluta, puesto que deportivamente Coutinho también encaja en los planes de los azulgrana. De la misma manera que intenta hacer con Denis Suárez o Sergi Roberto, el de Río sería una opción muy útil para Ernesto Valverde, que podría desarrollar varias de sus formaciones con la ayuda del brasileño gracias a su versatilidad.
Su movilidad, su gol y su capacidad creativa ayudarían a un Barça en el que podría actuar en varias posiciones, tanto en la media como en la delantera, dando descanso a algunos de los cracks y siendo referencia con o sin ellos sobre el césped. Tres goles y una asistencias en los seis primeros partidos del curso son una buena muestra de lo que Philippe es capaz de hacer.
En esta ocasión, además, el conjunto catalán intentará hacer valer su mayor tranquilidad en el mercado, sentando las bases de un fichaje por el que no piensa esforzarse más de lo necesario. El Liverpool intentó aprovechar las prisas culés a finales de agosto, pero tanto si se acomete en invierno como en verano, esta vez no habrá exigencia que valga.