Parte del gran momento que atraviesa el FC Barcelona es gracias a la explosión de Pedri y Gavi dentro del primer equipo. Ambos futbolistas han sido indiscutibles para Xavi Hernández y han cerrado partidos importantes tanto en Liga como en la Supercopa de España, lo que deja un registro de nueve anotaciones y cinco asistencias entre los dos en todas las competiciones.
Sin embargo, el desenlace de los jóvenes talentos dentro del Barça pudo ser muy diferente si el club no sufría aquella bochornosa derrota frente al Bayern Múnich en cuartos de final de Champions 2-8. La eliminación europea desencadenó la destitución de Quique Setíen de los banquillos y también de Eric Abidal, director deportivo entre 2018 y 2020.
El francés, que aterrizó hace casi cinco temporadas como ejecutivo azulgrana, tenía en su agenda la incorporación de Aleskei Miranchuk, un centrocampista ofensivo de origen ruso para reforzar la medular. Así lo apuntó el propio galo durante una entrevista con 'Sport14', donde aseguró que él mismo fue a verlo a jugar para poner su fichaje sobre la mesa.
"Teníamos mucho interés en Miranchuk. Viajamos a Moscú y le vimos con el Lokomotiv, incluso hablamos con el Departamento Médico. Miranchuk es inteligente y técnicamente muy bien dotado. Queríamos verlo en el Barça", afirmó el exfutbolista. A pesar de ello, pronto en los despachos del Barcelona se percataron de lo que tenían en la cantera con Gavi y lo que estaba generando Pedri en su cesión en Las Palmas.
Fichaje descartado
Tras la caída ante los bávaros, Abidal se marchó del Barcelona y la contratación del mediapunta ruso no se concretó. Su fichaje podría haber frustrado el crecimiento de Pedri dentro del primer equipo y también el de Gavi, quien fue subiendo escalones desde las categorías inferiores hasta recibir el llamado de Ronald Koeman. Actualmente Miranchuk es jugador del Atalanta y está en condición de préstamo en el Torino con un valor de 10 millones de euros, 180 'kilos' menos que el valor acumulado entre los dos talentos blaugrana.