En el FC Barcelona no hay seguridad de que podrán llegar al mercado de fichajes estival con 'solvencia' para reforzar sus filas. Están pendientes de completar varias operaciones que le permitan entrar en los parámetros del Fair Play financiero de LaLiga... por lo que la incertidumbre es máxima con respecto a los planes para este verano. 

Sin embargo, atendiendo a las declaraciones de Joan Laporta, presidente del club, en 'Barca One, una de las prioridades que tienen los azulgrana es la incorporación de un extremo izquierdo para la 2024/2025. Han sido muchos los nombres que han aparecido en la agenda de los azulgrana. Nico Williams, que renovó hace poco con el Athletic hasta 2027 y tiene una cláusula de 50 millones de euros, ha sido uno de ellos. 

El Barça cambia sus prioridades 

El principal problema es que, según una información del diario SPORT, la operación sería demasiado elevada para las 'tocadas' arcas del club azulgrana. La previsión es que, entre traspaso y salario pueda alcanzar los 100 'kilos'. Por ello, habrían puesto en valor la alternativa de Luis Díaz, que podrí a abandonar el Liverpool durante este verano. Deco, director deportivo, es su principal defensor en la Ciudad Condal. Ya le seguía en el Oporto y valora su rendimiento en Anfield.

El internacional con Colombia, que este verano apunta a ser uno de los protagonistas de la Copa América, no ha podido terminar de explotar en el Liverpool a pesar de las grandes expectativas que se tenían con su traspaso, pero en el Barça consideran que tiene un perfil 'diferente' y que es un jugador que podría adaptarse fácilmente al esquema del equipo. El problema, en cualquier caso, será una posible negociación con un Liverpool que no querrá regalar a una de sus estrellas.

El precio de Luis Díaz este verano

Según diversas fuentes, el traspaso de Díaz podría elevarse hasta los 75 millones de euros, una cifra que el Barça no estaría en capacidad de desembolsar tan fácilmente y que les obligaría a concretar una venta importante antes de poder tocar la puerta de Anfield. El Liverpool tiene que amortizar su fichaje y querrá sacar un beneficio, por lo que no le regalará. El Barça tendrá que cuadrar sus cuentas, primero, y posteriormente definir si tienen opciones de 'meterse' en la puja por su posible fichaje durante este verano.