Gonçalo Inácio es ahora mismo uno de los centrales titulares del Sporting de Portugal y se ha convertido en el protagonista de una 'guerra' entre Real Madrid y PSG. Los dos clubes están siguiendo de cerca al portugués y según aseguró 'Foot Mercato', el equipo galo tiene a este jugador como uno de los objetivos de cara al próximo verano, tras una temporada llena de altos y bajos en defensa. 

El Real Madrid, por su parte, estaría siguiendo de cerca a Inácio de cara al futuro, pero la irrupción del PSG podría provocar que el club blanco pasara de seguir su posible fichaje a una acción mucho más inmediata de lo previsto. El equipo blanco piensa en Gvardiol para el futuro, aunque en el caso del croata, su fichaje es mucho más complicado por el precio, al rondar los 100 millones de euros y tener a la Premier por detrás. 

Titular indiscutible en la sexta mejor liga

Gonçalo Inácio se ha convertido en este curso en un pilar fundamental del equipo lisboeta, donde acumula ya 40 partidos en lo que va de curso, con 3 goles y 3 asistencias, y sumando únicamente 4 tarjetas amarillas. El club luso le tiene bien atado, con contrato hasta 2026 y únicamente podría dejarle salir a cambio de 45 millones de euros, según la información. 

Tras la disputa por más de un año de Kylian Mbappé, ambos clubes podrían volverse a enfrentar este verano si quieren apostar fuertemente por el zaguero de 21 años. Un perfil joven, de 1,85 metros y zurdo, no abundan demasiado en el mercado, y es precisamente lo que hace que Gvardiol tenga la cotización que tiene actualmente, aunque en su caso también ya ha rendido en niveles mucho más altos. 

Nombres secundarios en París y Madrid

De igual forma, Gonçalo no es el único central en la órbita del PSG y del Madrid. La misma fuente apunta que ante el futuro incierto de Presnel Kimpembe y de Sergio Ramos, el conjunto parisino también está siguiendo a Kim Min-jae, zaguero del Napoli, y a Pau Torres, del Villarreal. Por su parte, en Concha Espina no consideran que la posición de central sea una prioridad, pero sí entiende que Gvardiol es una operación estratégica a futuro, como sucede con Jude Bellingham.