El coronavirus se ha convertido en una gran amenaza, pero el mercado de fichajes del verano 2020 vuelve a estar pendiente de Neymar. El ex del Santos debe definir su futuro porque tiene contrato con el PSG pero no habría renunciado a su deseo de regresar al FC Barcelona. Los catalanes se han armado de paciencia para abordar una operación tan compleja como clave, y están atentos a las noticias que llegan desde París.
El periodista Nicolò Schira afirma que los 'bleus' no se han rendido con el crack, y que intentarán seducirle con una oferta de renovación. Sus informaciones apuntan a que en el Parque de los Príncipes se han movilizado ante la presión de los azulgrana, y estarían dispuestos a poner un sueldo neto de 38 millones de euros por temporada si el futbolista se compromete a extender su vinculación hasta el 30 de junio de 2025.
La presión ha cambiado de dirección y ahora la ejercen los parisinos sobre el de Sao Paulo, cuyo contrato entra en un periodo peligroso. Dejando de lado la reglamentación de la FIFA, que permitiría que el jugador comprara su libertad de forma unilateral si pagar una penalización a estimar -una vía que parece que no se aprovechará y que quedaría anulada si firma esta propuesta reciente-, el campeón de la Ligue 1 no quiere llegar a la ventana estival de 2021 con su situación por resolver, puesto que el 1 julio de 2022 el punta podría marcharse a coste cero.
En la capital francesa no cierran del todo la puerta a los culés, pero evitarán el traspaso si está en su mano. Por un lado, pretenden evitar una derrota con el fichaje más caro de la historia del fútbol, que les costó 222 millones de euros, y tienen la sarten por el mango porque todos saben cómo se las gasta Nasser Al-Khelaïfi, peligroso cuando se 'toca' a sus estrellas. Por el otro, si el divorcio fuera inevitable, los galos intentarían sacar tajada, y saben que tienen a un pretendiente dispuesto a pagar lo que pueda y aceptar un trueque con uno o varios nombres interesantes.
Neymar debe aclarar su futuro
Desde hace meses, Neymar ha jugado la partida a su manera, como ya hizo el verano pasado. Su colaboración puede ser decisiva para el Barça, que se vería claramente reforzado si vuelve a declinar esta propuesta de renovación. Eso significaría que trabajará desde dentro para volver al Camp Nou, algo que se produjo en 2019 sin alardes, para evitar que presidente o afición se le echaran encima -algo que igualmente sucedió-.
En cualquier caso, los azulgrana ya dan un margen amplio a las conversaciones con el PSG, que podrían ir para largo. Primero se debe completar lo que resta de temporada cuando la pandemia empiece a remitir, y después habrá que aguardar a bien entrado el verano para ponerse serios y evaluar el caso. De momento, los parisinos piensan en sus propias prioridades. Y más adelante, ya se verá.