Marco Asensio está viviendo una temporada atípica para un futbolista que termina contrato al finalizar el curso. Su renovación, la cual ha tenido una oferta a la baja cuando comenzó el 2023, ha ido y venido durante cada semana y finalmente no se termina de aclarar si el Real Madrid quiere seguir contando o no con el balear, el cual llegó en 2015 al Santiago Bernabéu.
Ya desde la pasada campaña Carlo Ancelotti empezó a relegar al extremo a un rol mucho más secundario de lo que venía viviendo como jugador merengue. Rodrygo y Valverde le fueron apartando de la titularidad, y en esta nueva temporada siguió la misma tónica, pero además se le sumó el hecho de que ya no era tenido en cuenta ni siquiera como revulsivo dentro de una plantilla que está al límite en cuando a opciones en el banquillo.
Estas idas y venidas abrieron en un primer momento la posibilidad para que el FC Barcelona se posicionara como el posible nuevo club de Asensio. A pesar de la máxima rivalidad entre ambos clubes, el jugador no cerró de inmediato esta puerta, y simplemente quisiera llegar a un proyecto donde sea prioridad y se cumplan sus exigencias económicas.
El jugador mallorquín ha pasado de ser titular en el derbi del pasado 25 de febrero ante el Atlético de Madrid, a no jugar ni un minuto frente a Barça y Betis. Dos encuentros en los que el balear estuvo calentando en la banda para salir, pero al final, Ancelotti decidió que no jugara. Así, el atacante seguirá abierto a escuchar cualquier propuesta, incluida la culé.
Sin conversaciones avanzadas
Sin embargo, desde el Camp Nou no han movido ficha de manera directa por el jugador, sobre todo porque comoe extremos derechos ya tiene a Raphinha y Dembélé, además de un Ferran Torres que también actúa por ese sector del ataque. A pesar de ser una posible opción de mercado al llegar libre, la realidad es que el español de 27 no es una prioridad dentro de la planificación azulgrana.