¿Qué está pasando en la delantera del FC Barcelona?

Los últimos años del FC Barcelona han estado marcados por una clara inestabilidad deportiva, pero también institucional. Los culés se vieron envueltos en varios conflictos internos, que derivaron, por supuesto, en malos resultados dentro del campo. No hubo proyecto alguno que se pudiera sostener en el tiempo y el club azulgrana terminó alejándose de la élite europea. La política de fichajes del Barça, también en la delantera, terminó por pasar factura a un equipo acostumbrado a la excelencia y a pelear por todos los títulos.

Uno de los principales motivos para esto último ha sido la incapacidad, por varias razones, de mantener una línea de ataque sólida y consolidada a la hora de competir con los mejores clubes del continente. Asimismo, dentro de España el Barça también resintió la falta de gol en muchas oportunidades, y terminaba resistiendo gracias al alto nivel del irrepetible Leo Messi. 

Sin embargo, la salida del argentino no hizo más que evidenciar que esa línea del equipo, quizás junto a la defensa, ha sido la más afectada por la crisis que ha tenido la entidad recientemente. A continuación repasaremos las últimas salidas y bajas que ha tenido el club azulgrana en el ataque, dejando claro que cada situación ha sido distinta, aunque teniendo algunos factores comunes.

Leo Messi

El argentino terminó dejando la que fue su casa por más de 20 años después que el 'fair play' financiero de LaLiga impidiera inscirbir el nuevo contrato del futbolista. El '10' tenía todo acordado con Joan Laporta, quien había asumido la presidencia ese verano, pero debió irse libre y firmar con el PSG. 'Pecados' del pasado, así como una patronal inflexible, dejaron al Barça sin el mejor jugador de su historia. 

Griezmann

Antoine podría ser el mejor ejemplo que fichar a un buen futbolista, y ya, no es siempre una buena solución. El francés llegó al Barça con la misión de volver a formar un tridente de miedo -junto a Messi y Suárez-, pero simplemente nunca encontró su lugar. El Barça pagó más de 100 millones por un delantero que no jugaba en la banda izquierda, puesto del que se tenía que encargar. 

Coutinho 

Con el brasileño pasó algo similar a la situación de Griezmann. Lo más preocupante es que el ex Liverpool llegó mucho antes y aún así se repitió aquella fórmula con el galo. Coutinho, más allá de las lesiones, era un futbolista que no entraba en el 4-3-3 característico del Barça, y aún así se intentó su millonaria contratación. El dinero que dejó Neymar, quizás el punto de partida del problema, se usó en el sudamericano y en Dembélé, pero sin tener en cuenta qué realmente necesitaba la plantilla. 

Luis Suárez

El delantero uruguayo no es un 'culpable' como tal. La realidad es que el '9' cumplió de gran manera su etapa en el Barça, pero su final de ciclo no se manejó correctamente. El charrúa se marchó a un rival directo, casi gratis además, y no hubo una alternativa real ante su marcha. Se intentó que Griezmann fuera el gran goleador, junto a Messi, y todo terminó en un fracaso estrepitoso. 

Aubameyang y Memphis

Los delanteros, juntos en esta parte, tienen la similitud de que llegaron libres y terminaron dejando dinero en las arcas culés. En su llegada, tanto el gabonés como el neerlandés, fueron de gran ayuda para el club, aunque terminaron quedándose sin lugar. Dos casos de futbolistas que rindieron a buen nivel, pero que de un momento a otro dejaron de ser prioridad. 

Desde aquella 2017-2018 donde Neymar terminó siendo vendiendo al PSG por 222 millones de euros, en el Camp Nou llegaron futbolistas de ataque como Paco Álcacer; Trincao; Malcom; Deulofeu; Braithwaite y más recientemente Agüero, Adama, Luuk de Jong o Ferran y Raphinha. Todos los futbolistas, en su mayoría por falta de nivel, estuvieron 1 año o menos como culés.

Los casos del Kun, retirado por un inconveniente en su corazón, o las cesiones simples de Adama o De Jong quizás tengan mucho menos peso en el balance final, pero la realidad es que muchos de estos nombres tuvieron algo en común: gastar sin planificación. La conclusión es que el Barça ha tenido mucho dinero disponible durante varios años y simplemente ha optado por gastarlo, y no por invertirlo. 

Pocas veces llegaron proyectos de jugadores, o apuestas con bajo riesgo. Tampoco se revisó a profundidad si los perfiles de esos atacantes entraban en la filosofía del tridente de ataque que en el Camp Nou es tan importante. Quizás la ausencia de un proyecto sólido desde el banquillo hizo que en los despachos tomaran decisiones populistas, sin suficiente soporte deportivo como para que esos fichajes pudieran sobrevivir en el tiempo y quedarse por más cursos en el club.