El futuro de Adrien Rabiot sigue pendiente de confirmación, pero parece que no pasará por el FC Barcelona. Durante muchos meses, en Francia aseguraron que el joven había rechazado su renovación por el PSG porque tenía un acuerdo apalabrado con los catalanes, aunque finalmente la situación dio varios giros y la posibilidad de que club y jugador unan sus caminos se ha convertido en lejana.

El mundo del fútbol da muchas vueltas y eso hace que el de Saint-Maurice no sea una opción imposible, pero sí bastante difícil. Hay escenarios en los que todavía podría encajar, como por ejemplo si se marchan Ivan Rakitic o Arturo Vidal y hay espacio y necesidad de apostar por un futbolista consolidado y que llegaría a coste cero. Sin embargo, si no hay condicionantes de este tipo, su incorporación ya parece mucho menos apetecible.

En su día, el francés estaba en la agenda barcelonista porque suponía una gran oportunidad, ya que un sueldo de estrella y alrededor de 15 millones en concepto de prima de fichaje eran una auténtica 'ganga' por un centrocampista con 24 años, mucho talento, y experiencia en el fútbol de élite, con un bagaje a tener en cuenta en competiciones de alto nivel como la Champions.

Pero ahora, en la medular azulgrana hay alternativas iguales o mejores, con una mezcla de juventud, veteranía y calidad que reúne a varias piezas de perfiles muy distintos en una cuestión común: Todos necesitan minutos. Para empezar, están Ivan Rakitic, Sergio Busquets, Arthur, Arturo Vidal y Carles Aleñá, contando que Sergi Roberto es comodín, que llega Frenkie de Jong y que habrá que tomar una decisión con un Rafinha Alcántara que gusta a Ernesto Valverde.

Además, en el filial hay varias promesas que vienen pisando fuerte, y el técnico prefiere tener espacio para empezar a darles oportunidades. Una de las espinas clavadas del Txingurri es no haber podido contar con un Oriol Busquets que se lesionó de gravedad cuando apuntaba a un ascenso al primer equipo junto a Aleñá. Y no es el único, porque en las últimas semanas Riqui Puig ha demostrado que en breve estará compitiendo con los 'mayores' por un sitio en las alineaciones. La puesta por Rabiot parece bastante innecesaria.

Al Barça no le gustó la actitud de Rabiot

Y más allá de consideraciones puramente deportivas, la llegada de Rabiot pudo saltar por los aires por la actitud de su representante, su madre Veronique, que en el mes de enero, cuando ya podía desvelar cuáles eran sus intenciones sin temor a represalias -a menos de seis meses de acabar su contrato ya no existe sanción legal posible-, seguía reuniéndose con sus pretendientes. Al Barça no le gustó que un crack que creía tener atado continuara escuchando ofertas, lo que fue enfriando un pacto que se ha quedado congelado. La historia de Adrien como azulgrana podría no llegar a escribirse.