El FC Barcelona aspirara a reforzarse con Florian Wirtz en 2025, intentando aprovechar que el propio jugador alemán ha expresado su pasión por el club azulgrana desde hace varios años. Sin embargo, la competencia por el mediapunta es de muy alto nivel, especialmente si tenemos en cuenta que dos de los tres principales interesados en el chaval son el Real Madrid y el Manchester City.
Y es que más allá del factor económico del propio Barça, que ahora mismo está bastante alejado de poder asumir una operación que seguramente superaría los 120 millones de euros, Wirtz también ha sido vinculado por diferentes informaciones al Madrid de cara al próximo año, siendo un posible fichaje del club blanco junto a su actual técnico, Xabi Alonso, quien llegaría como sustituto de Carlo Ancelotti.
Dos competidores de altísimo nivel y un Barça que deberá luchar contra todos
Además, hay que sumar también a un Manchester City que le ve como el reemplazo ideal de Kevin De Bruyne. El belga cumplirá 33 años en los próximos meses y su contrato finaliza el 30 de junio de 2025, por lo que posiblemente pueda afrontar su última temporada en el equipo mancuniano, recordando además que ya para el actual verano ha dejado caer la posibilidad de que acepte marcharse a Arabia Saudí.
Con esa planificación de ambos clubes, los cuales tienen muchísimo más margen financiero para afrontar la operación, el Barça cuenta únicamente en este momento con el deseo del jugador de vestirse de azulgrana, pero no parece ser suficiente para colocarse como el favorito de la 'carrera'. Los culés necesitarán un proyecto atractivo, sobre todo ganando títulos nuevamente, así como la posibilidad de negociar con un Leverkusen que seguramente intentará que exista una 'guerra' de pujas en 2025 para sacar el máximo provecho posible.
El Bayern también está en la lista de 'novias' de Wirtz
A todo esto también debe sumarse que el alemán también gusta mucho al Bayern de Múnich, que siempre intenta ‘pescar’ el mayor talento disponible dentro de la Bundesliga, y que con Flick no hará una excepción. Los bávaros tendrán casi un año para preparar su ofensiva, sabiendo que muchas veces los futbolistas teutones optan por continuar en Alemania y que mudarse a Múnich suele ser un sinónimo de estabilidad y títulos.