El Real Madrid conoció la fórmula del fichaje gratis hace tiempo pero la recordó en medio de una crisis mundial por pandemia y vaya que le saca provecho. Llegó Alaba y buen negocio, ni hablar de la más que posible operación de Mbappé y ahora todo apunta a que Tolisso se apunta a la misma vía para vestir de blanco.
El Bayern Múnich tiene un fondo de armario interesante en el que los jugadores ganan sueldos estables y ganan títulos, algo que no parece gustarle a los suplentes que por lo visto no cambiarán ese estatus, preguntarle a Thiago Alcántara. Ante esto, comienzan a ver nuevos destinos y Madrid parece ser el indicado para los que quedan libres.
La misma operación que se hizo con Alaba se repetiría con Tolisso, que reforzaría una zona sensible en el club como lo es el mediocampo y al mismo tiempo, satisface una petición de Ancelotti que también quería a Fabián Ruiz. El francés tiene una gran oportunidad de relanzarse como futbolista de primer nivel en el club blanco que le ofrecerá minutos.
No hay recambio natural para Casemiro y Camavinga no parece ser el indicado, su vocación ofensiva solo se ve superada por su calidad con el balón, confirmando que tiene un perfil más similar al de Seedorf en su momento que al de Makelélé o el propio brasileño. Esto le abre las puertas a jugar casi seguro en Copa del Rey y al menos 5 partidos de Liga como titular, sin contar las posibles lesiones que le den más espacio.
La operación de Tolisso será beneficiosa para todos menos para el Bayern, aunque viendo lo que juega y cómo está el mercado tampoco habría una gran ventaja, oferta o alternativa, que de 15 millones de euros no pasaría la oferta por el jugador que tiene una larga lista de lesiones y actuaciones de bajo rendimiento, aunque le sobra calidad.
El golpe puede ser doble
Además de Tolisso el Real Madrid también va por la vía de fichar a Sule, central que podría salir libre y que quiere el Barcelona. Con esta hipotética contratación el club blanco daría un tercer golpe al Bayern (Kroos y Alaba) y dobla la ganancia al robarle el fichaje a su máximo rival, con un jugador que sí tendría la disposición de pelear el puesto desde la banca a diferencia de Rudiger.