Los últimos días han sido de locos en la Ciudad Condal, pero a última hora de este lunes llegó el anunció que confirmaba a Quique Setién como nuevo entrenador del FC Barcelona. Los catalanes se han comprometido con el técnico hasta junio de 2022, aunque será su rendimiento el que determine cuan exitosa y extensa será su etapa en el banquillo. Su presentación este martes dará el pistoletazo de salida a un nuevo proyecto.
La eliminación de la Supercopa de España aceleró la búsqueda de un relevo para Ernesto Valverde, con quien ha faltado algo de tacto. Es cierto que la solidez que mostraba su equipo se había perdido meses atrás, pero tenía tres títulos a tiro y en dos años y medio conquistó dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa que esta vez ha sido su tumba. Para la historia quedan ya sus 97 victorias, 32 empates y 16 derrotas.
El de Santander recoge el testigo del Txingurri con energías renovadas y muchos retos por enfrentar, y tendrá que empezar con fuerza porque no tendrá la habitual tregua veraniega, sino que pasará directamente a la acción. Habrá que ver si el mercado de fichajes de invierno guarda alguna sorpresa más para los aficionados barcelonistas, pero haya o no movimientos, el recién llegado ya sabe las metas a las que debe aspirar.
Los desafíos de Setién en el Barça
Recuperar la chispa en el juego
Quizá lo que enterró a Valverde más que sus no tan apremiantes resultados fue la pérdida de una alegría, un estilo y un carácter que el cántabro ahora debe recuperar. A la espera de más explicaciones sobre el adiós del ex del Athletic Club, todo apunta a que el célebre 'ADN Barça' se ha cobrado una víctima, y no hay que obviar que su sucesor tiene una libreta que se acerca más a las exigencias del Camp Nou. Sobre el papel, su admiración por Johan Cruyff y Pep Guardiola y la apuesta por un juego similar podría darle cierta ventaja.
Cerrar las heridas en defensa
Uno de los lastres del Barça en lo que va de curso ha sido su fragilidad en defensa, y Setién debe aplicarse en profundidad para cerrar una brecha que también suele amenazar a sus equipos. El hoy lesionado Marc-André ter Stegen y el recién estrenado Neto Murara han tenido que hacer horas extra porque las líneas que deberían protegerles ya no son tan firmes, y la prueba reciente es que diez minutos de descontrol en Arabia Saudí arruinaron lo que en otras circunstancias sería una notable mejora culé contra el Atlético de Madrid.
Luchar por los títulos
El de Santander tiene una motivación extra y a la vez una obligación, y es que puede competir por un triplete que aún está a tiro. Si la directiva reaccionó a tiempo para evitar un fracaso o si le pudieron las prisas lo dictarán sus resultados, que empezarán a contar en apenas unos días. Primero llegará su debut en LaLiga, después toca la Copa del Rey y con algo más de rodaje, en febrero, regresará la Champions.
Encajar todas las piezas de la plantilla
Los azulgrana poseen una plantilla de auténtico lujo, y uno de los exámenes se basa en las piezas que aún están por encajar. Los vaivenes de Sergi Roberto, la adaptación de Antoine Griezmann o la esperadísima mejor versión de Ousmane Dembélé, entre otros casos, están en el tintero, y habrá que ver si el recién llegado mejora los balances que consiguió su predecesor. Si empieza a ganar batallas, todo será más sencillo.
Acelerar una renovación delicada
En línea con el punto anterior, aunque más enfocada a la ventana estival, está la renovación del vestuario, que parecía quedar al margen de un Valverde que apuntaba a un cambio de aires en junio y que ahora corresponderá a un técnico que debe ganarse su continuidad hasta 2022. La prioridad es que progresivamente los veteranos den un paso a un lado, y que poco a poco las jóvenes promesas tomen el control de la nave.
Los jóvenes que ya están y los que están por venir deben liderar el Barça post-Leo Messi, una cuestión capital tratándose del mejor futbolista del planeta y de uno de los mejores de siempre. Junto a los Ansu Fati, Carles Pérez o Riqui Puig habrá que atinar con el resto de ascensos del filial, pero también con aquellas perlas que se elijan en los próximos meses, como la que debe servir de relevo a Luis Suárez.
Empezar bien... Y acabar mejor
Una de las grandes críticas a Setién en su carrera es que empieza muy fuerte y se acaba desinflando, y ahora debe empezar bien y acabar mejor. Obviamente, si certifica un inicio esperanzador, el ex del Real Betis tendrá mucho ganado, pero en el Camp Nou no vale quedarse a medias y eso lo sabe bien Valverde, que se estrenó con una fiabilidad digna de admirar y ahora se ha visto obligado a pasar el testigo a otro.