El FC Barcelona tiene un 'rompecabezas' en el lateral izquierdo. A día de hoy, Jordi Alba es el único activo de la primera plantilla en dicha demarcación (Alejandro Balde tiene ficha del filial), por lo que la entidad catalana sigue trabajando en el fichaje de Marcos Alonso para reforzar la banda siniestra. Sin embargo, esta situación pudo ser evitada a lo largo de la última década, donde el club contaba en su filial con una serie de laterales zurdos que, ya sea por falta de oportunidades o por jugar en posiciones más avanzadas en el campo que después retrasaron, en la actualidad son claves en otros equipos y protagonistas del mercado.
Ejemplos de esto son los casos de Sergio Gómez y Marc Cucurella. El primero de ellos salió del filial del club en 2018 con destino a Dortmund, cuando se desenvolvía como mediapunta y no tenía minutos en el Barça B. Estuvo 3 temporadas en Alemania, con cesión en el medio al Huesca, antes de firmar por el Anderletch en el 2021. En Bélgica, Vincent Kompany apostó por él en el lateral izquierdo y la jugada no pudo haberle salido mejor. Tras un curso exitoso defendiendo la banda zurda y con apenas 21 años de edad, el Manchester City abonó 11 millones de euros a 'Les Mauves' para llevarlo al Etihad Stadium.
De la misma manera, el de Marc Cucurella fue uno de los movimientos más pesados del mercado. El ahora jugador del Chelsea salió de la Ciudad Condal no por voluntad propia, sino porque el club nunca quiso apostar por él. En el verano de 2018, Ernesto Valverde puso por delante a Juan Miranda como reemplazo de Jordi Alba. Un año después, tras una gran temporada en el Eibar, Marc fue vendido por 2 'kilos' a los 'armeros' para después ser recomprado por 4 millones y ser cedido al Getafe. El conjunto 'azulón' pagó 10 millones por él en el 2020, lo vendió al Brighton por 18 en el 2021 y en esta ventana pasó a los 'blues' por 65+8 millones. Un error de bulto por parte de los catalanes.
Otra de las equivocaciones más importantes de los catalanes es protagonizada por Álex Grimaldo. En su mejor momento en el Barça B, en donde era capitán y se desenvolvía tanto de interior como de lateral izquierdo en un gran nivel, el valenciano decidió poner rumbo al Benfica a cambio de 1,5 millones de euros en el verano de 2015. En Lisboa, el defensor se consolidó en la banda zurda, convirtiéndose en un futbolista muy cotizado por los grandes clubes, incluido el mismo FC Barcelona.
'Cracks' del Betis
Por otro lado, los barcelonistas se encargaron de reforzar a un rival de LaLiga con dos buenas piezas de la banda izquierda. El primero de ellos, Álex Moreno, perteneció al Juvenil A en la temporada 2011-2012, donde era mediapunta y extremo. Con el correr del tiempo y después de vestir las camisetas de varios clubes, el futbolista de 29 años se convirtió en un grandísimo lateral zurdo durante su etapa en el Rayo Vallecano. Ahora, es uno de los jugadores más importantes del Betis e incluso estuvo cerca de poner rumbo a la Premier, donde el West Ham y el Nottingham Forest se interesaron en él.
Asimismo, el anteriormente mencionado Juan Miranda no pudo consolidarse en la primera plantilla después de haber dejado sin puesto a Marc Cucurella. Tras un flojo partido ante el Levante por la Copa del Rey, Valverde perdió toda la confianza en él y se fue cedido al Schalke en el 2019. En el 2020, regresó a la LaLiga para jugar en el Betis, primero como cedido y después quedándose en propiedad, en donde anotó el penalti ganador de la final copera ante el Valencia.
Una 'joya' en Portugal
Finalmente, el Barça estará atento a lo que suceda con José Marsà. El futbolista de apenas 20 años de edad es central por naturaleza, aunque puede desenvolverse con comodidad por el carril izquierdo. El defensor era un habitual en las alineaciones de García Pimienta en el filial y abandonó la Ciudad Condal tras acabar contrato. Ahora, en el Sporting de Portugal apunta a ser una de las 'perlas' del futuro, lo que le ha llevado a realizar su debut en el primer equipo en el triunfo lisboeta ante el Santa Clara (4-0).