Sergiño Dest, analgésico para un maltratado lateral diestro

Una vez oficializada la llegada del joven lateral derecho Sergiño Dest a la plantilla del FC Barcelona, tanto las expectativas  como la ilusión de la afición y, seguramente, de los jugadores y el resto del entorno azulgrana, se han surtido de las esperanza de ver endurecer a una zona del campo que ha sufrido demás en los últimos años.

En los años dorados más recientes del club, es decir, al principio y a la mitad de la década del 2010, el barcelonismo se acostumbró a tener a un jugador inquebrantable en el costado diestro de la defensa, ya que ahí estaba el brasileño Dani Alves. Con su partida en 2016, con destino a la Juventus de Turín, el Barcelona tuvo que improvisar moviendo a Sergi Roberto a dicha posición, así como darle la confianza a un Aleix Vidal que nunca llegó a mostrar, mientras se enfundó la elástica culé, el gran nivel que lo hizo relucir en su primer paso por el Sevilla.

Si bien Roberto tuvo actuaciones destacadas cuando se le necesitó en esa zona del campo, haciendo gala de su entrega y valor, lo cierto es que nunca se ha adaptado en su totalidad a la misma. A su vez, Vidal no llegó a sentirse del todo confiado, mostrando una mejor faceta cuando se le hizo jugar como extremo.

Posteriormente, en 2017, la llegada de Nélson Semedo prometía cambiar el panorama del lateral derecho para el entorno barcelonista. La realidad del caso es que, tras acumular 124 partidos en el club, el portugués nunca cumplió al 100% con la exigencia que requería ser el amo y señor del carril derecho en la alineación del técnico de turno.

Dest: cura o enfermedad

El nuevo y flamante fichaje del FC Barcelona cuenta con un interesante factor, que puede convertirse en un arma de doble filo durante su paso por el conjunto catalán. Se trata de su corta edad, característica que podría ayudarle a adherir mejor el estilo de juego del Barça a su formación, la cual aún se encuentra en proceso.

Sin embargo, su juventud también puede jugarle en contra. Factores negativos como la presión excesiva pueden condicionar permanentemente el rendimiento de Dest en la plantilla de Ronald Koeman, así como el resto de su trayecto en la historia del equipo blaugrana.

De cualquier manera, como se mencionó al principio, las ilusiones y las expectativas por ver qué tiene para ofrecer realmente el joven lateral derecho estadounidense, así como su adaptación al estilo de vida barcelonista, ya han invadido a todos los aficionados. Se espera, como un apasionado más de este equipo, que el jugador cumpla con calificación alta con la responsabilidad que se le ha otorgado.