Xavi quiso 'pasar' de Joao Félix y fichar a Lo Celso en el pasado verano

Recientemente se ha revelado que Xavi Hernández ha pedido el fichaje de un centrocampista en el mes de enero para cubrir la baja de Gavi, quien se perderá el resto de la temporada por una una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y una lesión asociada al menisco externo. La intención del entrenador es contar con las piezas necesarias para volver al sistema de cuatro centrocampistas. Su sueño era contar con Gündogan, De Jong, Pedri y Gavi en el 'rombo'. 

En caso de que, finalmente llegue un centrocampista, el gran sacrificado sería Joao Félix, quien perdería su calidad de indiscutible en el XI del entrenador egarense. Era algo que ya quería Xavi durante el verano. 'AS' ha explicado que, en el mercado de fichajes estival, había dejado clara su postura al club: Prefería la incorporación de un medio antes de la llegada del internacional con Portugal, quien acabó aterrizando en la Ciudad Condal en el último día del verano, en calidad de préstamo, desde el Atlético de Madrid. 

Tal y como parece, fue un fichaje 'en contra' de los intereses del egarense. La apuesta era Giovani Lo Celso, quien en ese momento estaba bastante discutido en el Tottenham y tenía opciones reales de hacer sus maletas y abandonar Londres. Tenía la opción de regresar al Real Betis y la posibilidad de vestirse de azulgrana, con luz verde por parte de Xavi y su cuerpo técnico. Los culés tocaron la puerta de los ingleses, pero fue imposible. 

¿Por qué no llegó Lo Celso al Barça? 

Varios factores influyeron en el no fichaje del internacional con Argentina y campeón del mundo. El primero era que el Barça solo se planteaba su incorporación a través de una cesión por la temporada 2023/2024 y sin opción de compra obligatoria, es decir, en las mismas condiciones en las que Joao Félix y Joao Cancelo en la recta final del mercado de fichajes estival. Desde Londres, las condiciones no convencieron a Daniel Levy, presidente de los 'Spurs', y compañía. 

Y es que el Tottenham estaba abierto a la posibilidad de dejar salir al centrocampista, pero bajo condiciones favorables. Lo habían tasado en unos 15 millones de euros, una cifra que el Barça no podía permitirse... y que provocaron que las negociaciones se rompieran de inmediato. Los 'Spurs' no querían 'regalarlo' y desde el club azulgrana no estaban en condiciones de mejorar la oferta. Y en enero, cuando volverán a insistir, la postura será la misma.