Koeman sigue esperando refuerzos, un delantero principalmente. Braithwaite no comenzó mal la temporada pese al fallo de la última jornada, pero no es un delantero capaz de asumir al menos una parte de los goles que se llevó Messi en su adiós, algo que tampoco parece posible con Griezmann.
En medio de las fórmulas que trata de idear el holandés para dar forma ofensiva al equipo, figuras como Depay y Demir han dejado buena sensaciones. Del ex Manchester United era casi un hecho por lo bien que le conoce Koeman, pero el joven austríaco está rompiendo todos los paradigmas dentro de lo planteado por el club.
Su llegada se dio a modo de cesión y en teoría, estaría jugando con el filiar durante la campaña para darle fogueo, observarle y tratar de conseguir una perla antes que sus principales rivales. Lo de perla, hecho está, pero lo demás se fue todo al traste porque Yusuf quiere ser jugador del primer equipo a toda costa.
Ante la pelea del joven atacante no parece haber molestia de Koeman, todo lo contrario, tiene uno de esos dolores de cabeza que todo técnico quiere saborear pero que pocos pueden resolver bien, de hecho, no importa lo que haga, siempre habrá algún “experto” que critique la gestión que lleve con Demir.
Lo cierto es que de momento la cantera del club puede respirar tranquila para formar otros cracks mientras el joven del Rapid Viena se pone a punto como gran estandarte de futuro junto a Pedri o Ansu Fati, que además no chocan con el austríaco y podrían más bien complementar un buen esquema ofensivo.
¿Compra?
A final de temporada habrá una opción de compra por el Barcelona que estará rondando los 10 millones de euros y si todo va bien, al menos mejor, se hará efectiva para sumar efectivos de cara al futuro culé, que mucho necesitará nuevas estrellas en su constelación para regresar a los títulos y el buen juego, así como la ilusión.