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Josep Maria Bartomeu, yendo a las oficinas del FC Barcelona

SERÍA LA CUARTA PRÓRROGA

Alargan hasta enero el secreto de sumario del 'Barçagate'

Publicación:17/12/2020 - 04:21h

Actualización:17/12/2020 - 04:21h

El caso trató de una campaña de difamación supuestamente pagada por directivos del FC Barcelona contra miembros críticos de la misma, a fin de condicionar la opinión externa

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La juez del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, Alejandra Gil, alargó hasta el 10 de enero de 2021 el secreto de sumario del 'Barçagate', a pesar de que el Barcelona ya ha enviado toda la documentación requerida en el pasado mes de junio, según pudo saber la Agencia EFE.

Esta es la cuarta prórroga del secreto de sumario del caso después de que se declarara por primera vez el pasado 14 de julio. Ahora el motivo jurídico es que se están acabando los informes policiales, los cuales hasta ahora no habían podido darse por concluidos porque no se tenía toda la información y documentación procedente del equipo catalán. 

También falta por hacer alguna declaración testifical para contrastar datos e información, por lo que se espera que la prolongación del secreto de sumario permitirá, según la juez, que la misma no pueda ser contaminada ni deje de ser todo lo espontánea que debe ser.

El inicio del caso 

Según una cronología publicada por El Espectador, todo comenzó el pasado 17 de febrero, cuando el programa 'Què T'hi Jugues' de SER Catalunya explicó que desde finales del 2017 el Barça tenía contratada una sociedad de nombre I3 Ventures, propiedad del empresario argentino Carlos Ibáñez, que supuestamente se dedicaba a desprestigiar, difamar y poner en duda desde por lo menos seis cuentas de Facebook a individuos y entidades del entorno azulgrana no afines a la junta directiva dirigida por el hoy ex presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, e incluso a jugadores como Leo Messi y Gerard Piqué.

Según la información, el Barça habría pagado un millón de euros anual a I3 Ventures por el monitoreo y la defensa reputacional en las redes sociales del presidente, la junta directiva, así como la marca. Además, las facturas se habrían troceado entre diferentes departamentos para que cada una fuese inferior a 200.000 euros, lo que evitó que los contratos tuviesen que pasar por la aprobación de la junta directiva.

Luego de hacerse pública la información, voceros del Barça emitieron un comunicado negando su relación con los hechos, aunque admitieron en el texto que la empresa I3 Ventures sí era proveedora del club. Pero aclararon que si se demostraba que esta tenía alguna vinculación con las cuentas de Facebook desde donde se ejecutó tal campaña, se rescindiría el contrato con la misma. A causa de ello, al día siguiente el Barça anunció el fin del contrato con la empresa propiedad de Ibáñez.

Las repercusiones del escándalo

El caso provocó un terremoto dentro de la junta directiva de Bartomeu. A su vez, un grupo de directivos pidió explicaciones al ex directivo principal del club azulgrana, también reclamaron el adelanto de los comicios, previstos para el 2021, así como responsabilidades al director del área de presidencia Jaume Masferrer. Bartomeu al principio no accedió a las exigencias de los otros directivos, pero sí a la segunda, suspendiendo de empleo y sueldo a Masferrer hasta la conclusión de una auditoría externa ordenada para investigar el caso, de la cual se encargó a la firma PriceWaterHouseCoopers (PWC).

La afición culé no vio el escándalo con buenos ojos e incluso llegaron a exigir la renuncia de Bartomeu en los partidos posteriores del Barcelona. Sería el 27 de febrero de este año cuando El País publicó que Nicestream, la empresa madre de I3 Ventures, y de la que también es dueño Ibañez, realizaba campañas difamatorias a través de cuentas de Twitter usando prácticas similares a las vistas en Facebook contra individuos, periodistas y entidades del entorno azulgrana.

Por su parte, Bartomeu pidió la dimisión de cuatro directivos que fueron críticos con él, entre ellos: Emili Rousaud, vicepresidente institucional, presidente del Comité de Adjudicaciones y quien hasta el estallido del caso se daba por hecho que sería el candidato continuista en las próximas elecciones; Enrique Tombas, vicepresidente, tesorero e integrante del Comité de Compliance y de la Comisión Económica; Josep Pont, responsable del área comercial y miembro de la Comisión Económica; así como Silvio Elías, directivo encargado del Barça B y también integrante de la Comisión Económica.

Auditoría y renuncia de directivos

Los directivos ya mencionados presentaron su dimisión, y además de éstos también dimitieron Maria Teixidor, secretaria y presidenta de la Comisión de Control y Transparencia, y Jordi Calsamiglia, responsable del área disciplinaria e integrante del Comité de Compliance. Los seis entregaron a un notario documentación que aún no se ha hecho pública.

Las conclusiones de la auditoría externa realizada por PWC hechas públicas el pasado mes de julio sobre el 'Barçagate' descartan que se contratara por parte de la junta directiva del Barcelona "ninguna campaña difamatoria contra nadie", según anunció el portavoz de la entidad, Josep Vives. El auditor agregó que no se ha detectado "ningún indicio" ni "ninguna conducta corrupta ni beneficio económico" en el caso, así como que los trabajos encargados estaban "dentro del precio de mercado". Aunado al escándalo producido por la controversia y a los problemas tanto económicos como en el campo, Bartomeu presentó su renuncia al cargo como presidente del Barcelona, quedando en su lugar Carlos Tusquets.