Que el FC Barcelona tenga problemas con su Fair Play financiero no es novedad. Ha estado pasando desde hace unos cuantos años y las soluciones han llegado a cuentagotas, además de no ser definitivas. Se creía que, con las famosas 'palancas' que se activaron en el verano de 2022 -la venta de los derechos de TV a futuro y el 49% de Barça Studios- se habían solventado los problemas, pero la situación no ha hecho más que empeorar a consecuencia de los impagos que se han producido. Y todo juega en contra de los intereses de los blaugrana.
La historia se ha extendido más de la cuenta y con demasiados protagonistas, más de la cuenta. Los culés habían vendido el 49% del brazo audiovisual, por 200 millones de euros, a Orpheus Media y Socios. El objetivo era claro: Poder solventar las inscripciones de ese verano y sumar un beneficio contable cuando peor estaban las cuentas del club. Sin embargo, la historia se 'torció' cuando, este verano, desde la entidad blaugrana anunciaron la llegada de dos nuevos 'socios', Libero Football y a un inversor chipriota, de la mano de NIPA.
La operación se 'cerró' en 120 millones de euros. NIPA cumplió con su primer plazo de pago, pero del fondo inversor alemán no han habido noticias. Tiene un saldo de deuda de 20 'kilos' más otros 20M€ que arrastran desde agosto. Es muy conocido que la intención del Barça es tomar acciones legales por el incumplimento de los pagos en los plazos previstos, pero las consecuencias son importantes y dejan al club en una situación muy, muy delicada. Porque, pese a la disputa, las cosas no cambian en el límite salarial: Hasta que no se ingresen esos 40M€, dicho saldo estará bloqueado y, así reduzcan salarios y generen ingresos extra, no será suficiente para inscribir a nuevos futbolistas.
El Barça, entre la espada y la pared
¿El resultado? El Barça está de manos atadas. Y con urgencias. Que puedan salir al mercado invernal, a reforzar la plantilla con un nuevo centrocampista -como ha pedido Xavi Hernández- para compensar la ausencia de Gavi depende, ahora mismo, de un milagro. Las cosas no se han hecho en el tiempo indicado y, más allá de todo lo que ha pasado con Libero Football Finance, ha existido cierto inmovilismo por parte de los directivos. Queda ver si, finalmente, se emprenden acciones legales. Aunque los resultados no serán inmediatos.
El lío continuará y se extenderá por unas cuantas semanas, sino es que meses, y en el apartado deportivo habrá que ver cuáles son los efectos. Ya con Gavi la plantilla era corta... y la llegada de un Vitor Roque que tendrá que pasar por un proceso de adaptación no cambiará mucho la historia. El entrenador de Terrassa tendrá que hacer malabares para que el vestuario no se quede corto y pueda cumplir en el 'maratón' que será este 2024 con LaLiga, Copa del Rey, Supercopa de España y Champions League. Las cartas están sobre la mesa (y probablemente no cambiarán).