Sin duda, Joan Laporta marca diferencia entre el resto. Ya el barcelonismo lo conoce muy bien, pese a los años que han transcurrido tras su primera presidencia. Este domingo fue electo por los socios del FC Barcelona como el nuevo presidente del club. Corroboró así su marcado favoritismo, lo que se lo debe en gran parte a su especial personalidad: Directo, astuto, provocador, goza de una gran autoestima y es tan carismático como culé. El abogado y empresario es el presidente número 42 de la historia, y es uno de los barcelonistas más reconocidos y reconocibles de todos.
Su reputación se la ha ganado a pulso, lo respaldan los más de 20 años que acumula vinculado al club catalán, por esa personalidad tan marcada que lo distingue entre todos, por los éxitos que cosechó bajo su mandato y los escándalos que protagonizó en su primera etapa como máximo regente de la institución azulgrana. La etapa más gloriosa del club fue mientras él gobernaba al FC Barcelona. Laporta, es un ídolo del barcelonismo, es todo un personaje al que le deben mucho.
Uno de los hitos que ensalzan al empresario es el haber sido el máximo responsable en la consecución del histórico sextete en 2009; además, fue con Joan con quien nada menos que Lionel Messi firmó su primer contrato como profesional, en 2005. Ya hace 16 años cuando el abogado, y ex político, se sentó con el astro argentino hasta por cinco ocasiones para amarrarlo y mejorar sus condiciones durante los siete años que fue presidente por primera vez: desde 2003 hasta 2010.
Su mandato, ilusiona
No todo fue perfecto en su paso por el club. Hubo sombras destacadas como sus negocios con Uzbekistán, su excesiva personalización de la entidad o su alborozada vida privada. Después de caer en su intento de regresar a la presidencia en 2015, comicios que ganó Josep Maria Bartomeu, finalmente regresó. Disfrutó de la larga campaña, donde demostró que mantiene intacta su capacidad de oratoria, su carisma y dotes de liderazgo.
Uno de los puntos que lo caracterizan y que jugó en su favor es su carácter, denota que no le tiembla el pulso para plantarle cara a todo aquel que se interponga en su camino. Es por tanto que los socios lo ven como el salvador de un equipo y una institución que van a la deriva. El barcelonismo que encomendó a él para que rescate al club, y logre así la anhelada continuidad de Messi.
Laporta, que ya aseveró que no trasladará su independentismo político personal a la entidad, ya está nuevamente al mando de la institución azulgrana. Parece que, a sus 58 años, regresó un tanto más comedido. Aunque no mucho, la lona del Santiago Bernabéu es prueba de ello. Ahora se escribe un capítulo más en la historia del FC Barcelona, y el abogado es el encargado de producirla.