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Laporta, presidente del Barça

MANO DURA DEL PRESIDENTE

Las medidas extremas de Laporta... ¿Improvisación o revolución?

Publicación:11/07/2021 - 01:17h

Actualización:11/07/2021 - 04:46h

Laporta no ha vivido los mejores tres meses y medio como presidente del Barça. Han sido muchas las 'cargas' que ha heredado, obligándolo a tomar medidas extremas y extraordinarias

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En una situación tan complicada, el FC Barcelona está obligado a tomar medidas extremas que, en otras condiciones, seguramente no se tomarían. Al frente de las decisiones y acciones está Joan Laporta, presidente culé desde hace tres meses y medio, acompañado por Mateu Alemany, tratando de conseguir una solución a corto plazo para que el Barça consiga cumplir con los objetivos de cara al comienzo de la temporada 2021-2022: la reducción de la masa salarial, renovación de Leo Messi, las ventas, cesiones, rebajas... 

Ha sido un período marcado por la incertidumbre. Son muchos los frentes abiertos que tiene el club (herencia para el presidente) y pocas las soluciones que se pueden encontrar, porque el tema económico, principalmente, es delicado y afecta a todos los sectores del club, obligando a tomar decisiones drásticas, o el comienzo de ellas. La primera ha sido la rescisión de manera unilateral del contrato de Matheus Fernandes, una jugada que a los culés pudo haberle salido cara por la opción de demanda del futbolista. 

A partir de esa medida con el brasileño, es muy evidente que vendrán otras decisiones que serán polémicas pero, de cierto modo, necesarias. Laporta (como 'imagen' azulgrana) está obligado a resolver demasiados asuntos y, si no se toman acciones concretas, el Barça estará sumergido en incluso más problemas, haciendo referencia a la inscripción de jugadores para la temporada 2021-2022, algo que el club no puede hacer hasta que consiga reducir su masa salarial al 50% para cumplir con el 'fair play' financiero. 

Ese es el punto que define todo para los culés... Y donde entra la incertidumbre con Laporta, Alemany y compañía. Es muy cierto que el Barça está obligado a hacer todo lo posible para 'deshacerse' de los jugadores que no entran en el planteamiento de Ronald Koeman, pero en cierto punto se nota que ha habido demasiado espacio para la improvisación y que hay algunos movimientos que pueden ser llegar a ser discutidos, no porque sean incorrectos, sino porque probablemente llegaron en el momento equivocado. 

Es el caso, en específico, de los fichajes. Desde hace mucho tiempo, a pesar de no tener cifras oficiales o no contar con auditorías, se conocía que la situación económica de los culés era más que grave. En su candidatura, de hecho, Laporta reconoció en una oportunidad que el club iba a necesitar, al menos, dos años para sanear su economía. Eso significa que los culés no estaban en condiciones de salir al mercado, al menos hasta liberar -profundamente- su vestuario. En el Barça se hicieron las cosas al revés: primero llegaron los fichajes y ahora es cuando comienzan a salir jugadores. 

Entre todo esto, en tres meses y medios no se consiguió convencer a Messi de continuar en el club. El argentino quiere quedarse (no es un secreto) pero también tiene que cuidarse las espaldas y el tema fiscal, con los pagos diferidos, jugaba un papel clave en la negociación. Laporta no consiguió una solución antes del 30 de junio y ahora fichar a Leo es cien veces más complicado, porque el Barça tiene que aplicar la regla del 4x1: liberas, por ejemplo, 40 millones y usas 10 para inscribir a un jugador. Considerando que Messi cobraría, mínimo, 50 'kilos', los culés tendrían que liberar 200 millones...

De esa incertidumbre, crisis (que hay que añadirle las inscripciones de los otros cinco fichajes) es que nacen las medidas extraordinarias, la mano dura de Laporta o las decisones extremas para liberar la masa salarial y puede que el club no consiga hacer todo en el tiempo que queda para que cierre el mercado de fichajes. En cualquier caso, queda esperar qué dirección tomará la 'operación salida' y si ésta será suficiente, además de los ingresos extras (por sponsors) que se habían prometido en la campaña. 

Las próximas medidas del Barça

Lo cierto es que, tal y como están las cosas, el club está obligado a darle salida a más jugadores de lo esperado, por lo que las decisiones serán cada vez más duras y concretas. En el horizonte inmediato están los traspasos de jugadores como Samuel Umtiti, Philippe Coutinho o Miralem Pjanic quienes además de tener salarios muy elevados (son de los mejores pagados de la plantilla) no tienen protagonismo ni importancia alguna en el planteamiento de Ronald Koeman para la temporada 2021-22. 

Por otra parte están las rebajas salariales. Hay que esperar a ver si, como pasó con Bartomeu en el comienzo de la pandemia del coronavirus, el Barça aplica una rebaja salarial para todos los jugadores o el club iniciará negociaciones individuales, comenzando con los 'pesos pesados' para poder reducir, de una forma u otra, la masa salarial. Ya Gerard Piqué se reunió con los culés y accedió. Busquets, Alba y Sergi Roberto son los siguientes.