“La marca Barça es mucho más que un jugador” dijo el vicepresidente económico del FC Barcelona, Eduard Romeu, hace unos días. Los azulgrana están intentando hacerle frente a la dura situación económica por la que atraviesa el club, provocada por la gestión de la directiva anterior e intensificada por la pandemia del coronavirus, pero a la que ahora se le ha sumado el peor ingrediente posible: la salida de Leo Messi.
El Barça va mucho más allá que un futbolista, eso es cierto, pero también lo es la influencia que 'La Pulga', que no es un jugador cualquiera, tenía para el club. Dentro y fuera de los terrenos de juego. Era una máquina de goles, asistencias y creación de juego, nadie puede ocultarlo, pero también era una fuente de ingresos importantísimas para la entidad azulgrana y se están viendo las consecuencias: en lo deportivo y económico, para que sea aún más doloroso para los azulgrana.
Hay que recordar que, pese a quien le pese, Leo Messi fue protagonista para que en los últimos diez o quince años el Barça se convirtiese en una marca global y que en Europa, América o Asia las compañías tiraran la casa por la ventana para patrocinar al equipo, que contaba con el mejor jugador del mundo, capaz de mover masas y vender cuantas camisetas quiso a lo largo de su recorrido (ahora el PSG muy bien lo sabe y se está beneficiando).
Es imposible conocer el alcance de la influencia del 'crack' de Rosario en las arcas del Barça, pero sí hay que resaltar el informe que publicó la consultora Brand Finance hace unas semanas, que apuntaba que el adiós de 'La Pulga' supone al Barça la reducción del 11% de su valor de marca, que es de 1.266 millones de euros. Con esa premisa, es imposible negar todo lo que representaba Messi, un imán para los patrocinios, ventas de camisetas y merchandising en general.
En el informe, explicaban que el Barça dejará de ingresar alrededor de 77 millones de euros solo por la presencia de 'La Pulga', a lo que se le suman otros 43 'kilos' por ventas de camisetas y otros productos de mercadotecnia. Del mismo modo, el Barça dejará de percibir 17 millones por los ingresos en día de partido y resultados en el campo. 137 millones de euros en total. Así de grave es la situación, pero el 'calvario' no para allí.
Eduard Romeu confirmó, de cierto moodo, las previsiones de Brand Finance con respecto a la venta de camisetas en el Barça. “Tenemos que darle un giro radical a todo nuestro merchandising, que no estaba siendo bien explotado. Me decían que las camisetas se vendían un 50% sin nombre y un 50% con. Y de este 50%, un 80% eran de Messi. Lo que hay que hacer es abrir el abanico a todos los jugadores. Seguro que en merchandising creceremos”, explicó el vicepresidente económico. Efectivamente, el Barça deja de ganar 43 millones con las camisetas.
Será muy difícil que la venta de camiseta de algún jugador (o muchos de ellos) puedan por lo menos acercarse a esas cifras astronómicas. Al igual que conseguir nuevos sponsors, ahora que Rakuten y Beko no han renovado y dejarán de patrocinar la camiseta culé. Los directivos tienen previsto generar ingresos cercanos a los 250 millones de euros en cuestión de patrocinadores, pero de momento la situación no invita al optimismo.
¿Y los aficionados y socios?
Aunque el barcelonismo ha tomado mejor de lo esperado la salida de Messi, entiendo las razones y motivos del club, la realidad es que su salida sí que ha producido consecuencias. Se esperan unas caídas muy graves en los abonos, que podrían llegar a ser de 40 millones de euros (¿con influencia de la salida de 'La Pulga'?). 26.000 socios se han dado de baja en esta temporada y, de un total de 83.500 abonados, el Barça pasará a tener únicamente 57.262.
A eso, hay que sumar la cierta reticencia que están teniendo los socios al ir al Camp Nou, en lo que afecta, evidentemente, la calidad del equipo y el miedo que continúa por el coronavirus. El Barça solo ha conseguido vender todos los tíckets disponibles en el partido del Bayern y queda preguntarse... ¿El estadio volverá a llenarse cuando puedan venderse todas las localidades? Recordando aquello de todos los turistas que visitaban el feudo blaugrana para, principalmente, ver al mejor jugador del mundo en el campo.