El supuesto motivo por el que Bartomeu quería echar a varios directivos

El año 2020 comenzó movido para el FC Barcelona, y no precisamente en el ámbito positivo. La mala planificación deportiva en cuanto a la gestión de refuerzos de invierno, la metedura de pata de Éric Abidal en una entrevista provocando el enfado de Leo Messi,​ el 'Barçagate' por el escándalo de las redes sociales y el enfado de la plantilla por las supuestas acusaciones falsas presuntamente lanzadas desde la directiva han encendido al barcelonismo.

Solamente faltaba la dimisión de hasta seis directivos, incluida la de Emili Rousaud -destinado a ser el relevo del presidente de Josep Maria Bartomeu en la candidatura continuista de las próximas elecciones- con posteriores acusaciones que dañan, más si cabe, la imagen de una Junta Directiva que naufraga una y otra vez con los acontecimientos sucedidos desde principios de año.

Al parecer, Bartomeu ya había pedido la dimisión de Rousaud, Quique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont y Jordi Calsamiglia, aunque a todos ellos se añadió Maria Teixidor, de la que el presidente no quería su marcha. Según las informaciones publicadas por el Mundo Deportivo este mismo viernes, el presidente culé ya tenía discrepancias previas con todos ellos, pero hubo un detonante que precipitó la decisión de prescindir de ellos.

Siempre según el citado medio de comunicación, "el detonante de esta decisión fue su comportamiento durante la negociación con los capitanes del equipo de la rebaja salarial de la plantilla de fútbol" a causa del impacto económico de la crisis sanitaria del coronavirus. Bartomeu, que quería evitar las filtraciones, decidió llevar las negociaciones con los jugadores en secreto, algo que habría generado malestar en algunos miembros de la junta.

La idea del presidente era evitar el ERTE y llegar a un acuerdo amistoso con los capitanes del primer equipo, en unas negociaciones que a nivel interno solamente conocía el CEO Òscar Grau. Siempre según MD, algunos directivos quisieron saber el estado de las negociaciones, pero Bartomeu se limitaba a decir que iban bien. Por ello, empezaron las "críticas soterradas" por parte de algunos directivos hacia la plantilla, unas informaciones que llegaron tanto a los jugadores como al propio presidente, que tomó la decisión de prescindir de ellos.

El barcelonismo, harto

La afición culé está cada vez más crispada con las múltiples informaciones que han manchado el buen nombre del FC Barcelona en los últimos meses y años. Eso, unido a unos atisbos de crisis deportiva cada vez más evidentes, hacen que la junta de Bartomeu penda de un hilo. Más allá de las cábalas de futuro, en cualquier caso, urge solucionar los problemas que han aparecido en las últimas semanas.