Después que el Barça Femení lograse el pase a la final de la Champions League, tras empatar frente al Chelsea, las 3.400 entradas que la UEFA había puesto a disposición de la afición culé se han agotado en menos de 12 horas. La pequeña parte del PSV Stadium reservada para los seguidores del equipo de la Ciudad Condal se ha agotado, en gran medida por el favoritismo del club catalán y por el precio de las entradas.
Aunque estaba previsto que la venta de estos boletos, con un precio de 15 euros, se cerrase el próximo 12 de mayo, pero el apoyo de los aficionados se ha evidenciado de manera casi inmediata tras la clasificación en las semifinales. Ahora los que quieran ver en directo la final de las azulgrana deberán esperar al próximo mes de mayo, cuando la UEFA pondrá a la venta la gran parte de las entradas de todo el estadio, que todavía no se han podido adquirir.
Debe haber una disponibilidad mucho más amplia
A pesar de esta muestra de apoyo el club azulgrana está con malestar ante la UEFA al no entender que los clubes dispongan de tan pocas entradas en comparación a las que posee el máximo organismo continental. "Seremos muy pesados para que lo amplíen", aseguraba ya Xavi Puig, responsable del Barça femenino, sabiendo que la medida podría ser corregida.
En la polémica en la venta de entradas ya hay otro precedente, precisamente la final de Turín frente al Olympique de Lyon en la pasada temporada. Para ese duelo el Barça tuvo que esperar a que se agotasen las primeras localidades para poder optar a más, algo que hizo que en aquel momento la UEFA ampliara el paquete de entradas.
Un choque muy parejo pero con ligera ventaja para las culés
Mientras todo esto sucede el Barça espera rival y este lunes sabrá si Wolfsburgo o Arsenal estarán en Países Bajos el próximo 3 de junio. El encuentro se disputará en Londres y las de Giráldez serán las favoritas en cualquier de los dos casos gracias al gran curso que han tenido y al más que posible regreso de Alexia Putellas para el decisivo partido.