Después de varios meses apartado en el FC Barcelona, Arda Turan fue noticia en su estreno con el Istambul Basaksehir por un golazo para empezar su cesión, aunque con el paso de los partidos, el centrocampista vuelve a añorar tiempos mejores. Aunque había recuperado la continuidad, una tarjeta roja le dejará fuera durante varias semanas.
Tras cinco encuentros consecutivos sumando para un conjunto que pelea por el título de la Superliga turca, el sexto fue para olvidar, y es que en poco más de 20 minutos, el de Fatih montó un lío de los gordos. Los 'búhos' habían empezado ganado al Sivasspor, pero un tanto en propia meta en el 92 había complicado sus opciones de inquietar al líder, el Galatasaray.
Fue entonces cuando el futbolista estalló, en una acción en la que reclamó falta pero los colegiados dieron saque de banda. El ex azulgrana se levantó del suelo y se dirigió al juez de línea, al que agarró por el pecho y chilló a escasos centímetros de su cara. Para rematar la jugada, se lo quitó de encima con un empujón, lo que le valió una expulsión muy merecida.
Por si fuera poco, Arda se acercó al árbitro principal mientras le mostraba la cartulina, mostrando su indignación y volviendo a revolverse entre gritos y aspavientos. Únicamente tras dejarle clara su opinión emprendió el camino de los vestuarios, esperando una sanción que podría apartarle durante un tiempo.
Arda Turan, una venta complicada para el Barça
Esta polémica no es la única que el jugador ha protagonizado desde que volvió a Turquía, ya que han sido varios los reproches que ha ido acumulando desde el pasado mes de enero. Además de una trayectoria irregular en lo deportivo, fuera del césped su comportamiento no ha sido ejemplar, porque entre otras cuestiones, se ha enfrentado a algunos aficionados que no le han puesto las cosas fáciles.
La roja contra el Sivasspor le ha generado multitud de críticas, y entre los numerosos comentarios ha destacado un episodio similar cuando aún militaba en el Atlético de Madrid. En un enfrentamiento, precisamente, contra el Barça, Arda protestó una decisión arbitral, ¡tirándole una bota al linier! Entonces, eso sí, sólo le mostraron una amarilla.
En cualquier caso, está claro que los culés no lo tendrán nada fácil para vender al turco, al que se quieren quitar de encima 'rascando' algún millón en la operación. Sus dudas en los terrenos de juegos y un temperamento difícil de controlar no van a ayudar, y habrá que esperar para ver si surge alguna oportunidad.