Luis Figo protagonizó uno de los grandes giros de la historia del fútbol a principios de la década pasada cuando, siendo el capitán del FC Barcelona y su máxima estrella, acabó firmando por el Real Madrid. Este miércoles, el portugués visitó El Hormiguero junto a su esposa, la modelo sueca Helen Svedin, para que ambos fuesen entrevistados por Pablo Motos.
El presentador le preguntó al luso acerca de la complicada situación que vive Barcelona tras la sentencia por 'El Procés' y Figo respondió con cierto apego, pese al conflicto actual y a todo lo que vivió cuando se marchó a Madrid. "Barcelona, en esa época, era una ciudad diferente de lo que estamos viendo ahora, pero no deja de ser una ciudad fantástica para vivir", aseguró.
Helen Svedin, por su parte, confesó haberse enamorado de la Ciudad Condal la primera vez que la vio. "Recuerdo aterrizando el avión aterrizando en el aeropuerto de Barcelona y pensé que no me marcharía nunca, con su playa y las palmeras”, admitió la modelo sueca.
La turbulenta marcha de Figo al Real Madrid
El fichaje de Luis Figo por el Real Madrid en el año 2000 es considerado una de las mayores traiciones futbolísticas de la historia. El jugador portugués, que llevaba cinco temporadas en el equipo azulgrana, firmó un preacuerdo con Florentino Pérez en el que si el actual presidente blanco las ganaba, Figo debía marcharse al conjunto blanco.
Inesperadamente, Florentino le ganó las elecciones a un Lorenzo Sanz, que venía de conquistar la Copa de Europa, por lo que Figo debía irse al Real Madrid o indemnizar a Florentino con 35 millones de euros. El portugués, pese a que se arrepintió de su decisión, se vio obligado a marcharse al eterno rival siendo repudiado de por vida por la afición del FC Barcelona.
Pese a unos primeros meses turbulentos en el Santiago Bernabéu, incluso llegando a pedir a Florentino marcharse traspasado, Figo consiguió estabilizar su situación y ganar apego en el club blanco. En la actualidad, el portugués sigue dejando claro que guarda mucho más cariño hacia la entidad merengue que hacia la culé, en un sentimiento recíproco con la propia hinchada del Barça.