El Bayern repite la pesadilla que sufrió el Barça: Goleada de escándalo

Podría decirse que el Bayern Múnich de Hansi Flick le hizo 'un ocho' este viernes al Schalke 04, como si nada, para estrenar la Bundesliga 2020-21 y empezar así la nueva temporada como acabó la anterior: fulminando a sus rivales. Los bávaros ya ridiculizaron a grandes clubes de Europa como el FC Barcelona con un 2-8 en cuartos de final de la Liga de Campeones, y ahora han empezado el curso igual de entonados.

8-0 fue el resultado final con el que los rojillos humillaron este viernes a un histórico de Alemania como es el Schalke 04, que sin duda no atraviesa sus mejores momentos ni en lo económico ni, por supuesto, en lo deportivo. Los de Flick, tremendamente superiores, vieron cómo los goles iban cayendo uno tras otro a la mínima que apretaban el acelerador.

Serge Gnabry marcó un 'hat-trick', Lewandowski otra diana de penalti y también vieron portería, Goretzka, Leroy Sané, Thomas Müller y Musiala, otra joven promesa que apunta muy alto. Apenas 26 días después de haber completado el triplete la temporada pasada, tras ganar por 1-0 la final de la Champions League al Paris Saint-Germain en Lisboa, los bávaros carburan como si no hubiese habido parón de por medio.

David Alaba, Alphonso Davies, Kingsley Coman y Thiago Alcántara, traspasado en las últimas horas al Liverpool, fueron baja en el tradicional partido que cada año abre en viernes la Bundesliga, pero el Bayern no los echó en falta y se marcó un recital de goles a pesar de llevar casi una semana entrenando, y tener que afrontar en cuestión de días la Supercopa de Europa frente al Sevilla.

No hay quien pare a este Bayern

Especialmente ilusionante fue el debut de Leroy Sané, el fichaje estrella del Bayern este verano procedente del Manchester City, y que ya da muestras de haberse integrado a la perfección con sus nuevos compañeros en el vestuario bávaro. Además de marcar un gol, brilló con dos asistencias y protagonizó un peligro constante contra la portería del Schalke.

Los de Gelsenkirchen pidieron la hora desde el inicio de la segunda mitad, y el hecho de que el Bayern bajase un poquito el listón en los últimos minutos permitió que no se llegase a los dobles dígitos en el marcador de goles. Lewandowski, aunque sólo anotó una de las dianas, se permitió el lujo de regalar una asistencia de rabona a Müller. En este equipo dan igual los números individuales. Todos sonríen, y esa es la clave del éxito.

La atípica pretemporada del Bayern Múnich