La llegada de la nueva Superliga Europea ha desatado una ola de polémica en el fútbol mundial. El anuncio de la creación de esta nueva competición de clubes por parte de los más poderosos, encontró pocas horas después la contundente respuesta de la UEFA y su voluntad de reformar la Champions League con un formato revolucionario, que invita a los disidentes a reconsiderar su decisión.
Puntos a favor de la nueva Champions
La UEFA tiene meses en el estudio de la reformación de su máxima competición a nivel de clubes. El nuevo formato se ejecutará en la temporada 2024-25 con 4 equipos más, es decir, pasarán de ser 32 clubes a 36. La tradicional fase de grupos se convertirá en una liga con todos los equipos, donde cada conjunto disputará un mínimo de 10 partidos (5 en casa, 5 fuera), siempre contra un rival distinto.
La clasificación a la Champions, como hasta ahora ha venido siendo, será meritocrática. Ningún equipo tendrá plaza fija. Todos deberán ganarse su boleto mediante las competiciones nacionales, manteniendo el ‘fair play’ deportivo y el axioma de ‘que participen los equipos que estén más en forma y gane el mejor”.
- - Mayor posibilidad de sorpresas.
- - Organismo independiente de control del ‘fair play’ financiero.
- - Dinero mejor repartido entre clubes, favoreciendo a los modestos.
- - Mayor cantidad de participantes, más ligas incluidas, y por tanto, más jugadores.
- - Sistema meritocrático que beneficia a los campeonatos nacionales: Sólo participan los que hayan demostrado un mejor rendimiento la temporada anterior en su liga nacional.
- - Caché histórico y de tradición.
Puntos a favor de la Superliga
No es secreto que el principal argumentos de los clubes implicados en la creación de la Superliga es el económico, pues en esta nueva competición los participantes ganarán una astronómica cifra de dinero. Solo por disputar el torneo, las instituciones se embolsarían 350 millones de euros, una cifra vastamente superior a la obtenida por disputar la Champions League.
Otro punto a favor de la nueva Superliga es el espectáculo. El hecho de que los clubes más renombrados del continente se enfrenten entre sí, hará que los partidos tengan un mayor interés y a la postre se convertirán en importantes ganancias. Además, cada equipo de la Superliga tendrá la potestad de gestionar la publicidad estática de cada partido, sin que se les ‘imponga’ un patrocinador fijo por la competición.
- - Mayores ingresos para los clubes participantes.
- - Estabilidad económica con topes salariales a los jugadores.
- - Opciones de título cada temporada para los 15 ’grandes’ y los invitados.
- - Partidos de primer nivel desde el inicio de la competición (agosto o septiembre).
- - Las mayores estrellas del mundo en acción compitiendo.
- - Renovación del formato como se había conocido hasta ahora: dos liguillas más una fase final con eliminatorias.
- - Control directo por los clubes de la explotación de los ingresos de la competición sin intermediarios ni dobles intereses.