Este sábado se juega la gran final de la Copa América entre Argentina y Brasil, un encuentro soñado y clásico de Sudamérica, además de la historia. El segundo máximo ganador de este trofeo se enfrentará al máximo ganador de los mundiales, siendo dos de las selecciones más vistosas de todo el planeta.
Argentina llega invicta a este duelo luego de comenzar con un empate ante Chile, la bestia negra de las penúltimas dos ediciones de la competición para la albiceleste en la final, antes de jugarse la de 2019 en la que quedó campeón Brasil como local, referencia que no le hará nada de gracia a Messi y sus compañeros.
Brasil también aparece como equipo invicto y al contrario de Argentina comenzó como un tractor para después mermar un poco en su capacidad goleadora, aunque siguen siendo un equipo bastante complicado y por más que se le enfrente con el máximo de concentración, ganarle no es tarea sencilla.
El arma principal para los argentinos será Messi, que con cuatro goles comparte el liderato goleador y tendrá la oportunidad de quedarse en solitario jugando ante Brasil, con un gol que incluso podría darle el torneo. Al ritmo que llega, no sería descabellado pensar que podría hacer más de un gol.
Neymar es el héroe de Brasil. No es el goleador del torneo, ni líder en asistencias (también Messi), pero ha demostrado cargar con su equipo sin problema y enfocado en conseguir el título, revalidar su condición de campeón de Sudamérica y al mismo tiempo, pelear el tan ansiado trono de gran jugador que quiere hace mucho.
¿Favorito?
¡No lo hay! De no ser por el gran Messi que estamos viendo de seguro Brasil sería el candidato claro, pero viendo el rendimiento de ambos equipos, solo la condición de local y ser el actual campeón son los argumentos para que los canarinhos tengan “ventaja”.