El FC Barcelona quiere hacer caja este verano con varios futbolistas para poder incorporar jugadores en el mercado de fichajes. Uno de esos jugadores por los que los culés podrían sacar bastante dinero es André Gomes. El centrocampista portugués está jugando cedido en el Everton y no va a seguir ligado al Barça de ninguna de las maneras.
El conjunto inglés quiere quedarse en propiedad con el luso y en los próximos meses lo normal es que llegue a un acuerdo con el club azulgrana. El Everton no quiere pagar más de 25 millones de euros por el mediocampista y eso es lo que ofrecerá. El Barcelona no parece que vaya a pedir mucho más por él, pero si hay una guerra de pujas, su valor podría subir hasta los 30-35 'kilos'.
Pero mientras llega ese momento y esa negociación llega o no a buen puerto, André Gomes sigue jugando en la Premier para ver si se revaloriza un poco más. Pero va a tenerlo complicado, ya que la federación inglesa le ha sancionado con tres partidos por una durísima entrada que le hizo a Aleksandar Mitrovic en el Fulham-Everton del pasado fin de semana.
El portugués vio como su equipo caía 2-0 y no se lo pensó a la hora de ir al suelo en una entrada que pudo causar mucho daño. El árbitro decidió no sacarle ni amarilla para sorpresa de todos los presentes, pero la federación le abrió un expediente y le acusó de conducta violenta. Gomes podría haber alegado para defenderse, pero finalmente decidió no hacer nada y aceptó la sanción que le impusieran.
Dicha sanción es de tres encuentros y el centrocampista se perderá casi todo lo que queda de Premier League. No jugará contra el Manchester United, contra el Crystal Palace y contra el Burnley. Solo podrá jugar el último partido de liga contra el Tottenham. Podría ser su despedida del Everton, pero en las oficinas 'tofees' esperan poder contar con él el próximo año.
André Gomes nunca llegó a brillar en Barcelona
André Gomes llegó al Barça para ser un jugador importante en el centro del campo. En el Valencia, a pesar de su irregularidad, había brillado y era uno de los futbolistas más prometedores de LaLiga Santander. Pero en el Barcelona nunca llegó a arrancar y no se adaptó a un club tan grande y con tanta exigencia. Le pudo la presión, no jugó demasiado y al final se tuvo que marchar cedido. Este verano pondrá fin definitivamente a su vinculación con el conjunto barcelonista.