Es, sin duda alguna, uno de los conjuntos más en forma en el panorama europeo, pero ya se empieza a ver de que pie cojea el Paris Saint Germain. El Olympique de Marsella puso en apuros a los hombres de Unai Emery en un ejercicio defensivo y de efectividad, y logró sacar de quicio a los parisinos en un Vélodrome amenazante.
La intensa presión de los futbolistas locales -que le entraban con dureza- y la presión de un público que no le dejó ni sacar los córners -necesitó protección policial-, acabaron por desesperar a un Neymar que se marchó expulsado tras ver dos amarillas en apenas dos minutos (del 85 al 87), dejando a los suyos con uno menos y una desventaja de 2-1 en el marcador.
Quien apareció entonces fue, ironías de la vida, Edinson Cavani, que se puso el traje de lanzador y en el minuto 93 envió una falta a la red, salvando un punto para el PSG, el invicto en Liga, y a un PSG que no tuvo su mejor día en Marsella, contra un conjunto que mordió y estuvo a punto de dar la sorpresa.
Trampa liguera
Y es que Rudi Garcia tomó buena nota de las dificultades de su adversario, que se rompe por la media y que depende en exceso de la puntería de su tridente. Esta vez la delantera no estuvo tan acertada, y el empuje del OM se quedó cerca de amarrar los tres puntos. A cuatro se ha acercado el Mónaco del incontenible Radamel Falcao, pero 'Les Olympiens' ya han mostrado el camino.